Álvaro Romero

Álvaro Romero.- Los últimos acontecimientos de la política española es lo que me producen, asco. No por el caso concreto del «Tito Berni», rodeado de putas y cocaína justo en el mismo día que en el Congreso se habla sobre perseguir a la prostitución ( que ya en su día dijimos aquí que era como ponerle puertas al monte), sino por echar la vista atrás y ver que esto no es más que la sucesión de casos que producen todos lo mismo, asco.

Lo del PSOE con las putas y las drogas es algo ya histórico y si no recordemos el caso de los ERES. Mira que le gusta a estos todo lo que prohíben. Si esto produce asco, más asco produce la actitud de Podemos que dice que no va a apoyar la comisión de investigación si viene por parte del PP o VOX la petición. ¿Nadie ve que a los políticos, el ciudadano le importa de poco a nada?

He intentado hacer un listado de casos de corrupción de los partidos políticos, para que ustedes refresquen la memoria y me he dado cuenta que no tengo tiempo ni ganas, pero les dejo aquí este link en el que pueden ver un estudio detallado de todos los casos de corrupción y de todos los partidos políticos. Y no se hagan líos que ya aparece VOX también sin haber entrado de lleno en el reparto. Pues ya están ahí con algunos casos aislados, pero no olvidemos la sombra alargada que tiene el partido verde, respecto a los chiringuitos en formato de Fundaciones. El partido que ha venido a salvar a España, está cogiendo los defectos de sus referentes parlamentarios.

Y todo esto es lo que me produce asco. Asco de saber que en las siguientes elecciones, o en las otras o en las del 2125, todo cambiará para que nada cambie. Los corruptos serán otros y los que frenen las comisiones de investigación serán otros amigos de los corruptos para seguir en el Gobierno y así hasta el fin, porque el fallo no es este o aquel partido. El fallo es el Sistema en sí y mientras no lo cambiemos, todo seguirá igual. Ahora la pregunta es: ¿Se puede cambiar el Sistema? Pues ciertamente con estos mimbres de sociedad y de Ejército creo que no y lo más importante es que sigamos pudiendo disfrutar de Netflix y seguir discutiendo en el patio ese de vecinas que son las redes sociales.

Lo que tranquiliza es que en este infierno de corruptelas, una ministra dice que usa un consolador y que se lo recomienda a las mujeres, por encima de los hombres y un diputado de la oposición se mofa y la respuesta de más ministros y ministrables es recordarle a ese diputado que su mujer le abandonó por Inda y que lo hubiera venido bien un consolador como el de la ministra.

En fin, pura poesía. Pura educación. Puro saber estar, pero eso sí vamos a desenterrar a un diputado del año 36 de su eterno descanso, porque era un fascista, que matamos nosotros los desenterradores y condenamos nosotros la oposición actual con su cobardía de entonces y de ahora.

Que siga la función.

Fuente: ÑTV España