Las élites occidentales se convirtieron en un símbolo de la mentira total sin principios, son despectivas con la propia población de sus países, los engañan cínicamente sobre la búsqueda de la paz, sobre la adhesión a las resoluciones de la ONU sobre Donbás, declaró el presidente ruso, Vladímir Putin.

«Efectivamente las élites occidentales se convirtieron en un símbolo de la mentira total sin principios (…) A lo largo de siglos de colonialismo, dictado, hegemonía, se acostumbraron a que se les permita todo. Están acostumbrados a que el resto del mundo les importe un bledo. Resulta que son igual de despectivos con los habitantes de sus propios países. También los engañaron cínicamente con cuentos sobre la búsqueda de la paz, sobre la adhesión a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU sobre Donbás», expuso el presidente ruso durante su mensaje anual a la Asamblea Federal.

Agregó que Rusia defiende no solo sus intereses, sino también su postura de que en el mundo actual no debe haber división entre países civilizados y todos los demás.

«Estamos abiertos, sinceramente dispuestos a un diálogo constructivo con Occidente. Venimos diciendo e insistiendo en que tanto Europa como el mundo entero necesitan un sistema de seguridad indivisible e igual para todos los Estados. Llevamos muchos años invitando a nuestros socios a debatir juntos esta idea, a trabajar en su puesta en práctica. Hemos recibido una respuesta inarticulada o hipócrita», aclaró.

En sus palabras, las promesas de los gobernantes occidentales resultaron ser falsas y fueron una cruel mentira. Subrayó que Rusia estaba haciendo todo lo posible para resolver el problema de Donbás por medios pacíficos y llevó a cabo negociaciones.

«Pero a nuestras espaldas se estaba preparando un escenario completamente distinto. Las promesas de los gobernantes occidentales y sus declaraciones sobre su deseo de paz en Donbás se convirtieron, como ahora vemos, en una falsedad, en una cruel mentira. No hacían más que ganar tiempo, hacer unos cuantos chanchullos, hacer la vista gorda ante los asesinatos políticos, la represión del régimen de Kiev contra los indeseados y la burla a los creyentes», afirmó Putin.

Añadió que las negociaciones de Kiev con Occidente sobre el suministro de sistemas de defensa aérea, aviones de guerra, así como otros equipos y entrenamientos de oficiales de los batallones ultranacionalistas ucranianos ya estaban en marcha antes del inicio de la operación militar especial.

«EEUU y la OTAN desplegaban rápidamente sus bases militares y laboratorios biológicos secretos cerca de las fronteras de nuestro país, y durante las maniobras aprendían a dominar el teatro de las futuras operaciones militares, preparaban al régimen de Kiev bajo su control y a Ucrania esclavizada por ellos para una gran guerra. Y hoy lo admiten», señaló el presidente.

Putin supuso que Occidente «parece estar orgulloso de su falta de palabra, ya que califica tanto los Acuerdos de Minsk como el formato de Normandía de espectáculo diplomático, de farol».

«Resulta que todo ese tiempo, cuando Donbás ardía, cuando se derramaba sangre, cuando Rusia, francamente quiero subrayarlo, sinceramente buscaba una solución pacífica, [los políticos occidentales] jugaron con la vida de las personas, jugaron, de hecho, como se dice en otras esferas conocidas, con una tarjeta roja», señaló.

Agregó que Rusia recurre al uso de la fuerza para terminar el conflicto en Ucrania desatado por Occidente.

«Son ellos [los países occidentales] quienes desencadenaron una guerra, y nosotros utilizamos y seguimos utilizando la fuerza para poner fin a esta», dijo.

Putin también criticó que Occidente siguiera persiguiendo su objetivo de dirigir la agresión hacia el este, tratando de encender una guerra en Europa a manos ajenas.

«Tanto en los años 30 del siglo pasado como ahora la intención es la misma: dirigir la agresión hacia el este. Encender una guerra en Europa con manos ajenas para eliminar a su competencia», declaró Putin.

Occidente nunca «se quitará la vergüenza»

Putin reiteró que Occidente nunca se quitará la vergüenza después de lo que hizo en Yugoslavia, Libia y otros países.

«Este repugnante método de engaño ya se ha probado muchas veces. Ellos [los países occidentales] se comportaron de la misma manera inescrupulosa y tramposa cuando destruyeron Yugoslavia, Irak, Libia y Siria. Nunca se quitarán esa vergüenza», aseguró Putin.

En sus palabras, existe la impresión de que las acusaciones contra Rusia son para que todo el mundo olvide que Occidente sumió en el caos a regiones enteras, pero nadie en el mundo ha olvidado que Occidente dejó salir al «genio de la botella».

«En una reciente conferencia en Múnich, hubo un sinfín de anuncios sobre Rusia. Uno tiene la impresión de que esto se hizo solo para que todo el mundo olvidara lo que el llamado Occidente colectivo hizo en las últimas décadas. Dejaron salir al genio de la botella, sumieron en el caos a regiones enteras», expuso.

Asimismo, señaló que ningún país del mundo tiene tantas bases militares en el extranjero como Estados Unidos, cientos de ellas, todo el planeta está salpicado de ellas.

Añadió que los expertos estadounidenses estiman que las guerras desencadenadas por Estados Unidos desde 2001 le arrebataron la vida a casi 900.000 personas y convirtieron en refugiados a más de 38 millones de personas.

«Simplemente intentan borrar todo esto de la memoria de la humanidad fingiendo que nunca ocurrió, pero nadie en el mundo lo ha olvidado ni lo olvidará», expresó Putin.

Refiriéndose a las políticas de Occidente, el líder ruso denunció que están en juego billones de dólares y la posibilidad de seguir robando a todo el mundo e imponiendo principios totalitarios.

«Ninguna de ellas tiene en cuenta las víctimas y tragedias humanas porque lo que está en juego, por supuesto, son billones, trillones de dólares, la capacidad de seguir robando a todo el mundo, bajo el disfraz de palabras sobre democracia y libertades, imponer valores neoliberales, de naturaleza totalitaria, etiquetando a países y pueblos enteros, insultando públicamente a sus líderes, reprimiendo la disidencia en sus propios países, creando una imagen del enemigo, distrayendo a la gente de los escándalos de corrupción», precisó.

Putin advirtió que Occidente intentará dividir a Rusia apostando por los traidores nacionales.

«Es obvio que Occidente intentará socavar y dividir a nuestra sociedad, apostar por traidores nacionales que en todo momento, quiero subrayarlo, tienen el mismo veneno de desprecio por su propia patria y el deseo de ganar dinero vendiendo este veneno a quienes estén dispuestos a pagarlo», afirmó el presidente ruso.

Intentos de EEUU de romper el orden mundial tras la II Guerra Mundial

Estados Unidos intentó romper el orden mundial construido tras la Segunda Guerra Mundial, tratando de consolidar su dominio en el mundo, constató Putin.

«Fueron ellos [Estados Unidos] los que tras el colapso de la Unión Soviética comenzaron a revisar los resultados de la Segunda Guerra Mundial, a construir el mundo a la americana, en el que solo hay un amo, un señor. Para ello, empezaron a destruir descaradamente todos los fundamentos del orden mundial establecido tras la Segunda Guerra Mundial con el fin de tachar el legado de Yalta y Potsdam», exclamó.

Putin también subrayó que desde el colapso de la URSS, Washington intenta consolidar su dominio mundial «sin tener en cuenta los intereses de la Rusia moderna, y también los intereses de otros países».

Contexto

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, había admitido en una entrevista con Der Spiegel que él mismo le dijo a la entonces canciller alemana Angela Merkel y al presidente francés, Emmanuel Macron, que los Acuerdos de Minsk eran «inviables» y que no tenía planes de aplicarlos. Antes de eso, en diciembre Merkel admitió que «los Acuerdos de Minsk de 2014 eran un intento de dar tiempo a Ucrania» para que se fortaleciera militarmente. Por su parte, François Hollande, quien fue presidente de Francia de 2012 a 2017, coincidió con Merkel. Ambos asistieron a la cumbre del Cuarteto de Normandía, donde se acordó un conjunto de medidas para aplicar dichos acuerdos.

A finales de enero, el ex primer ministro británico Boris Johnson afirmó durante una visita a Kiev que el formato de Normandía de las conversaciones sobre Ucrania era tan solo una «imitación diplomática».

El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, al comentar las palabras de Merkel, declaró que creía en la sinceridad y sensatez de Vladímir Putin cuando dijo que Kiev estaba dando largas y no estaba dispuesto a aplicarlos.

El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, afirmó que los firmantes de los Acuerdos de Minsk —el expresidente ucraniano Petro Poroshenko, la excanciller alemana Angela Merkel y el expresidente francés François Hollande— admitieron abiertamente que estos acuerdos eran necesarios para preparar una guerra contra Rusia.

El 12 de febrero de 2015 se firmó en Minsk un paquete de medidas para aplicar estos acuerdos. El documento de 13 puntos preveía, entre otras cosas, un alto el fuego en Donbás, la retirada del armamento pesado de la línea de demarcación entre las fuerzas de seguridad de Kiev y las milicias, y otras medidas para un arreglo político a largo plazo de la situación en Donbás.

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Kiev violó sistemáticamente los Acuerdos de Minsk, por lo que Rusia reconoció a las repúblicas populares de Lugansk y Donetsk el pasado 22 de febrero de 2022. El presidente ruso aclaró en ese entonces que el reconocimiento de las repúblicas de Donbás vino dictado por el hecho de que Kiev había declarado públicamente que no iba a aplicar los Acuerdos de Minsk y ya no era posible esperar más.

Rusia lleva a cabo una operación militar especial en Ucrania desde el 24 de febrero de 2022 para defender a Donbás frente al genocidio cometido por parte de Kiev. Uno de los objetivos fundamentales de la operación es la desmilitarización y desnazificación de Ucrania.

El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, declaró que EEUU y la OTAN están directamente implicados en el conflicto de Ucrania, «no solo suministrando armas, sino también entrenando a los ucranianos».