«Durante la operación especial, los militares rusos obtuvieron más de 20.000 documentos y materiales de análisis de antecedentes, entrevistaron a testigos presenciales y [también] a los participantes de programas biológicos militares estadounidenses», señaló.

En sus palabras, dichos materiales confirman el objetivo del Pentágono de crear componentes de armas biológicas y probarlos en la población ucraniana y otros países situados a lo largo del perímetro fronterizo ruso.

Por otro lado, apuntó que Washington está reduciendo sus actividades militares y biológicas en Ucrania y mantiene actividades con Polonia y los países bálticos.

«Como parte de las medidas para reducir las actividades militares-biológicas en Ucrania, Estados Unidos mantiene activa la base material de las empresas químicas y farmacológicas de Polonia y los países bálticos, además, allí se han entregado equipos procedentes del territorio ucraniano», denunció.

Agregó que si bien el Pentágono detuvo los programas estadounidenses de armas biológicas en Ucrania tras los hallazgos del Ministerio de Defensa ruso, esto solo provocó que dichas investigaciones inacabadas migren a otros países.

«Gracias a las acciones activas del Ministerio de Defensa ruso fue posible detener la puesta en marcha de programas militares-biológicos en Ucrania (…) Pero el Pentágono está transfiriendo activamente la investigación no completada en el marco de los proyectos ucranianos a Estados de Asia Central y Europa del Este «, aseveró.

Kiríllov concluyó que no es casualidad que ahora EEUU «esté intensificando la cooperación con los Estados de África y de la región Asia-Pacífico como: Kenia, Singapur y Tailandia».

Experimentos estadounidenses sobre el VIH

Los representantes del Ejército ucraniano fueron los escogidos para los experimentos estadounidenses sobre el VIH llevados a cabo en Ucrania desde 2019, declaró.

«Lo más controvertido desde el punto de vista del derecho internacional es que Estados Unidos lleva a cabo investigaciones fuera de su territorio nacional. Un ejemplo son los experimentos relacionados con la infección de VIH, que llevan a cabo especialistas estadounidenses en Ucrania desde 2019», dijo Kiríllov.

El general también llamó la atención sobre el hecho de que los grupos elegidos no eran solo «convictos o drogadictos, sino también representantes de las Fuerzas Armadas ucranianas».

Casos de uso de psicoestimulantes y estupefacientes en la zona de combate

Asimismo, se obtuvo información sobre diversos casos de uso de psicoestimulantes y estupefacientes por parte de los militares ucranianos, declaró Kiríllov.

«El Ministerio de Defensa ruso obtuvo información sobre numerosos casos de militares ucranianos que consumen psicoestimulantes y estupefacientes como metadona y anfetaminas. Se han revelado hechos de contrabando de morfina en las zonas donde se llevan a cabo las misiones de combate», precisó.

Según la legislación ucraniana, el tráfico y transporte de estos se castiga con penas de 8 a 12 años de cárcel.

Implicación de EEUU en el desarrollo de la pandemia COVID-19

Según Ígor Kiríllov, el desarrollo de la pandemia COVID-19 en el escenario del ejercicio de Nueva York en 2019 plantea dudas sobre su naturaleza deliberada y la implicación de EEUU en ella.

«El desarrollo de la pandemia COVID-19 en este escenario concreto plantea interrogantes sobre su naturaleza premeditada, la implicación de Estados Unidos en el incidente, así como sobre los verdaderos objetivos de los bioprogramas estadounidenses destinados a mejorar las propiedades de patógenos peligrosos», señaló.

El general recordó que el 18 de octubre de 2019, dos meses antes de los primeros informes oficiales de una nueva infección por coronavirus en China, la Universidad Johns Hopkins con el apoyo de la Fundación Bill y Melinda Gates, realizó un ejercicio llamado Evento 201 en Nueva York.

Kiríllov precisó que el ejercicio estaba diseñado para hacer frente a una epidemia de un coronavirus desconocido hasta entonces. La enfermedad, según la leyenda del ejercicio, se transmitía de los murciélagos a los humanos a través de un huésped intermediario, el cuerpo de un cerdo.