El primer ministro sueco, Ulf Kristersson.

Kristersson ha lamentado la ola de violencia pone de manifiesto la necesidad de imponer más y mejores medidas para hacer frente a este tipo de delincuencia, que solo en la capital Estocolmo ha dejado una veintena de episodios violentos desde finales de 2022 y dos muertos este fin de semana.

“Hay que encerrar a los delincuentes” y “deportar a los que no tengan la nacionalidad sueca”, ha dicho Kristersson en declaraciones para la radio sueca SVT, que informa de que muchos de estos ataques están motivados por las cuantiosas recompensas que ofrecen las bandas para acabar con delincuentes rivales.

“Si hay una lista, no podemos comentarlo, pero, por supuesto, los agentes están trabajando para descartar y prevenir más delitos”, ha zanjado la portavoz de la Policía de Estocolmo, Rebecca Landberg, después de las imágenes en las que se puede ver a un tirador disparando sobre otro como si se tratara de una misión.

El sospechoso de este aumento de la violencia en la capital sueca es un hombre de 36 años que responde al alias de ‘Zorro Kurdo’ y se sospecha que habría huido a Turquía. Los hechos tienen su origen en las disputas del mercado de la droga entre su banda y la de otro liderada por otro hombre de 24 años.