Antonio Sevilla, Patricia Rueda y Javier Ortega Smith, dirigentes de Vox Málaga.

JLS.- (Remitido) No fui de los primeros afiliados a Vox. Me incorporé al partido en 2017, con cariño, ilusión y toda la esperanza del mundo; entonces habría puesto la mano en el fuego por Santiago Abascal y por Vox. Visto lo visto, habría perdido la mano.

Si tenía dudas sobre seguir pagando la cuota mensual o darme de baja de un proyecto agonizante y decepcionante, después de ver la contraprogramación del día 28 para evitar que la afiliación acuda a escuchar a Macarena Olona, no solamente voy a pedir la baja de esta estafa, sino que gustosamente, mi familia y yo iremos a ver a Macarena al hotel NH de Málaga.

He escrito no menos de 10 cartas a la sede de Bambú, comunicando todas las tropelías de Málaga. Me consta que también amigos con más contactos han enviado escritos a Santiago Abascal y a Ortega Smith. En Torremolinos, una compañera pudo acercarse a Espinosa de los Monteros y entregarle una carta donde se explicaba con todo lujo de detalles la situación del partido en la provincia. Siempre la callada por respuesta, y ahora que viene Macarena, me habéis citado en la sede, el mismo día y casi a la misma hora, para una reunión “informativa”.

¿Qué es eso tan importante de lo que queréis informarnos? ¿Que no tenéis gente para cubrir ni en la mitad de los municipios de Málaga en las próximas municipales? ¿Que el partido se está desmoronando en toda España? ¿Queréis informarnos de que la mayoría de cargos orgánicos son los amigos de los amigos menos preparados? ¿O tal vez de que no hay democracia interna o que los diputados autonómicos no saben hacer la O con un canuto?

El día 28, Vox Málaga a mí personalmente no me va a informar de nada, entre otras cosas porque toda la afiliación es conocedora de lo que pasa en Málaga y prefiero escuchar el discurso de una profesional conocida, que de cuatro catetos por conocer.

A mi edad lo puedo tolerar casi todo, menos que se me trate de gilipollas. A mí y a las pocos militantes que os queda. Despreciar a la afiliación tiene estas cosas. Ahora que estáis totalmente desesperados, os habéis acordado de que existimos. Pues siento deciros que habéis conseguido justo el efecto contrario al pretendido. Muchos que no pensábamos acudir al acto de Olona, estaremos acompañándola este viernes. Vosotros, entre tanto, comprobaréis una vez más cómo las bases ya no quieren saber nada de vosotros. Estaréis en la sede de Vox solo los inútiles cargos que aspiráis a una sillita tras las elecciones municipales de 2023. Y ya os adelanto que no lograréis ni la mitad de concejalías que se lograron en 2019. Y os lo merecéis. Por inútiles, por prepotentes y por tratar como gilipollas a los que hemos sido vuestros compañeros.