Ucrania, nueva etapa en la era poseuropea
La II Guerra Mundial marcó un cambio de era en la historia humana. Historia que empezó a ser humana, es decir, a abarcar a la humanidad más o menos como un todo, con las exploraciones españolas desde finales del siglo XV. La guerra mundial significó la destrucción de una ideología, el nazismo, por la conjunción de otras dos, el comunismo y el liberalismo. Pero el liberalismo tuvo que aceptar profundos cambios para subsistir, en especial la enorme expansión del estado, que contradecía un dogma básico de la ideología. Y el comunismo pareció el gran ganador sin necesidad de hacer cambios estructurales. Los imperios europeos comenzaron su derrumbe, y la influencia europea en el terreno de las ideas, el pensamiento o la política mundial prácticamente se esfumó. Es cierto que en cierto modo Usa y la URSS seguían siendo potencias europeas, al menos por herencia, pero también que representaban el hundimiento de Europa propiamente, y de su era de preponderancia mundial.
Y la historia no se detiene. Durante cerca de medio siglo signado por la guerra fría entre el neoliberalismo y el comunismo, es decir, entre Usa y la URSS, se fueron diseñando nuevas fuerzas mundiales ya independientes de la tradición europea, aunque adaptaran de ella la técnica y algunos aspectos pragmáticos: China e India principalmente, mientras que en el mundo islámico fracasaban los procesos de occidentalización, socialismo árabe y otros movimientos, para adoptar una actitud crecientemente antioccidental. Había otro gran ámbito en gran medida distinto culturalmente de los de la guerra fría, el Iberoamericano, donde también iban fracasando diversos movimientos ideológicos.
Entre tanto, diversos países europeos trataban de hacer de Europa, en un sentido contrario a su historia y cultura, una especie de nueva superpotencia caracterizada por una notable riqueza económica y un aparente pacifismo a ultranza. Se jactaba también de haber eliminado las tradicionales guerras entre sus estados. Y hoy la guerra de Ucrania marca el paso a una nueva situación no solo europea, sino mundial, una etapa más en la nueva era abierta por la SGM.












Europa, después de su Era de Oro aquella en la que nació una sabiduría, tan prodigiosa que fue el asombro del mundo. y mereció gloria eterna. Después de su Era de Plata donde maravillosa, renació honrando la antigua memoria de sus orígenes cubriéndose de nuevo de esplendor, Después de su Era de Hierro con sus guillotinas sus sables, sus kalashnikov, sus mortíferos gases cloro, fosgeno, mostaza, sus bayonetas caladas, sus tanques, ametralladoras, bombas atómicas, napalm, .sus biocidas químicos y bacteriológicos con sus millones de muertos, palideció de miedo y renunció a su destino… Porque ahora Europa ya no existe suplantada… Leer más »
Así es Doña M° Luisa,.
Son las evidencias del desquiciamiento social en toda Europa. Y especialmente eno que queda de España en donde el número de ateos, agnósticos y descerebrados y malas personas, no para de crecer. Y por supuesto el de ladrones y estafadores.
Y es que cuando se deja de creer en Dios (o de tener temor de Dios), se acaba creyendo en cualquier cosa.
Si es lo mismo que dicen muchos pensadores: que toda ley debe quedar enmarcada dentro de la Ley de Dios. Aunque ahora Dios y la guerra tienen mala fama, como Vladimir Putin. Pero todo tiene su utilidad y se repetirán los días llenos de Dios y de Guerra. Deus Vult.
Y en parte eso es resultado de una economía de Metrópolis. Mezclada con mucha educación progresista gratuita pero de baja calidad. Y lo barato -siempre- termina por salir caro. Los Sureños americanos importaron miles de esclavos baratos: les costó la libertad del Sur y un serio problema racial.