Oriana Rivas.- Probablemente la polémica que se desató con el tuit del Iker Casillas, ex portero y capitán del Real Madrid, ya haya dado la vuelta al mundo. Aquellos aficionados del fútbol español y usuarios de Twitter se encontraron con un mensaje donde supuestamente confesaba ser homosexual. «Espero que me respeten: soy gay #FelizDomingo», se leía.

El futbolista lo eliminó y acto seguido aseguró que su cuenta había sido hackeada. El detalle, es que en el interín de la publicación del primer mensaje y la aclaración, Carles Puyol, el exfutbolista del F. C. Barcelona le respondió. «Es el momento de contar lo nuestro, Iker»

Seguramente la mayoría de los aficionados se tomaron el tema como una broma. No es la primera vez que jugadores de fútbol usan el humor entre ellos. Cosas del deporte más famoso del mundo. La cuestión, es que son tiempos diferentes. Los famosos son señalados por cualquier frase o expresión que sean vistas por la cultura de la cancelación como un ataque a grupos diversamente sexuales. Sino que lo diga JK Rowling, la creadora de la saga Harry Potter.

Una lluvia de disculpas

En un contexto mediático donde actores y escritores son desterrados de la vida pública por decir lo que piensan, lo que ocurre con estas bromas pasajeras es que quienes no han vivido esa penuria, ahora tienen temor de ser callados.

Probablemente por eso Iker Casillas se disculpó al instante. «Disculpas a todos mis followers. Y por supuesto, más disculpas a la comunidad LGTB». Luego, Puyol hizo lo mismo. «Entiendo que pude haber herido sensibilidades. Todo mi respeto y apoyo a la comunidad LGTBIQA+», decía parte de su mensaje (aun cuando nadie sabe qué significa la «A» al final del acrónimo).

Varios famosos ya pueden decir que forman parte de la cultura de la cancelación. La actriz Gina Carano por parte de Disney al ser despedida tras emitir una opinión políticamente incorrecta para la empresa al no estar alineada con el progresismo y la izquierda; la escritora de Harry Potter por afirmar que mujeres son quienes que menstrúan e incluso el actor Jhonny Depp cuando la prensa arremetió contra él cuando su exesposa Amber Heart lo acusó —sin pruebas— de agredirla. Al final, en un juicio se evidenció que ella lo golpeaba. «Nadie está a salvo» de la cultura de la cancelación, dijo el actor en septiembre del año pasado.

En fin, fue un momento de bromas sin malas intenciones hacia ninguna comunidad, pero más vale no ser criticado luego.

¡