Este jueves otro bus con inmigrantes ilegales llegó a las inmediaciones de la residencia de la vicepresidente Kamala Harris en Washington, D.C. Es parte de la decisión de varios estados republicanos de mandar inmigrantes a las ciudades que defienden las fronteras abiertas.

De acuerdo con el informe de los medios, se trata de un total de 11 niños y 30 adultos, la mayoría procedentes de Venezuela.

Se conoció que el bus llegó en horas de la madrugada y grupos de apoyo trasladaron a las personas a alojamientos cercanos. La situación coincide con la llegada de otros buses con migrantes ilegales a Nueva York.

Inmigrantes ilegales en ciudades santuarios

En abril pasado, gobernadores republicanos, como Greg Abbott, anunciaron su intención de mandar a indocumentados a Washington, en respuesta a la decisión del Gobierno de Biden de rescindir una normativa sanitaria que permitía expulsarlos por la pandemia de covid-19, que no llegó a ponerse en marcha por el bloqueo de los tribunales.

Tras la decisión de los gobernadores republicanos, las ciudades santuarios han asegurado que no tienen capacidad para atender la llegada de migrantes. Sin embargo, siguen promoviendo fronteras abiertas.

Jonathan Thompson, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Sheriffs, resaltó que las ciudades demócratas comienzan a vivir las consecuencias de una política de fronteras abiertas, impulsada por el Partido Demócrata y el Gobierno de Joe Biden.

“Finalmente, ahora tenemos ciudades y comunidades que están experimentando un dolor real, un sufrimiento real, y quieren culpar a alguien más. Bueno, deberían tomar el teléfono y llamar a la Casa Blanca. Hable con el presidente… Ese es el dueño de la política”, comentó Thompson a Fox News.