El hambre nos hará libres
No habíamos olvidado la crisis de 2008, cuando nos encerraron tres meses en casa aplaudiendo como focas.
Por si fuera poco robarnos tres meses de vida, decidieron experimentar con ancianos, mujeres niños y todo aquel que prestó su brazo para el genocidio programado.
En esa crisis pudimos ver ancianos buscando en los contenedores algo poco putrefacto que echarse a la boca, a pesar de lo cual ni las calles ardieron, ni corrió la sangre, ni hubo un Fuenteovejuna dos.
A fecha de hoy los políticos, conocedores de nuestra infinita capacidad de aguante y la sumisión vía ayuda mayores de 52, renta básica de inserción y mínimo vital, nos auguran un invierno duro con escasez de alimentos y frío por los precios impagables de los suministros.
Eso sí, aunque en febrero de 2022 la inflación estaba ya en el 7,6%, el culpable de nuestras desgracias es la guerra de Ucrania.
Es sabido que el hambre agudiza el ingenio. Por eso espero y confío que la hambruna sea lo suficientemente importante para que, con el estómago vacío, tengamos la suficiente claridad de ideas para derrumbar este régimen de verdaderos fascistas globalistas.
*Ex coordinador de Vox en el municipio malagueño de Mijas.












Estoy convencido que esta sociedad no alzará la voz ni con hambruna ni con ningún otro padecimiento. Tiene unas tragaderas enormes. El verdadero problema es que es una sociedad muy subvencionada, acostumbrada ya a vivir del cuento, no se esfuerza por nada que no sea leerse aquellas leyes que le puedan reportar alguna subvención o alguna ayudita para no doblar las costillas. Una auténtica vergüenza. Están todos calladitas y calladitos aguantando está dictadura socialcomunista.