El periódico británico de izquierdas The Independent publicó una crítica previsiblemente negativa de la película Mi hijo Hunter, calificándola de “obra descarada de agitprop conservador”. Pero en el artículo estaba enterrada la admisión del crítico Louis Chilton de que la película le enseñó cosas que no sabía antes sobre la corrupción de la familia Biden.

Chilton esperó hasta el séptimo párrafo para hacer la revelación a regañadientes.

“Por muy risible que sea Mi hijo Hunter, hay al menos una pizca de realidad en ella. Varias veces, la película me hizo ir a buscar en Google, donde descubrí que tal o cual dato poco halagador de Biden estaba basado en la verdad”, escribió.

Su confesión corrobora el mensaje central de My Son Hunter: que los principales medios de comunicación lograron enterrar el escándalo del portátil de Hunter Biden, manteniendo deliberadamente al público en general en la oscuridad sobre los turbios negocios de la familia Biden.

Según una reciente encuesta de Rasmussen, el 63% de los votantes creen que la historia del portátil de Hunter Biden sigue siendo importante casi dos años después del informe inicial del New York Post. Del 63 por ciento que cree que la historia sigue siendo importante, el 44 por ciento dice que la historia es “muy importante.”

Otra encuesta encontró que uno de cada seis votantes de Biden dijo que no habría votado por Joe Biden en 2020 si hubiera sabido de los diversos escándalos que rodean al candidato, incluyendo el portátil de Hunter Biden.