Anthony Murdoch.- El fiscal general de Canadá, David Lametti, a instancias del primer ministro Justin Trudeau, usó su autoridad para aplastar el Convoy de la Libertad basándose en temores no probados de que los manifestantes intentarían bloquear las líneas ferroviarias.

Según Blacklock’s Reporter, los materiales informativos para Lametti con fecha del 23 de abril de 2022 declararon: «Se hicieron amenazas para bloquear las líneas ferroviarias que resultarían en interrupciones significativas».

«El resultado de un bloqueo ferroviario sería significativo», agregó el personal.

«La industria ferroviaria de carga de Canadá transporta más de $ 310 mil millones en bienes cada año en una red que se extiende de costa a costa».

Sin embargo, las notas informativas del personal no dicen por qué el gobierno federal no utilizó la Ley de Emergencias para detener un gran bloqueo ferroviario en 2020 en apoyo de la Primera Nación Wet’suwet’en mientras protestaban contra un gasoducto.

Ese bloqueo duró meses y meses, y las estimaciones sitúan el costo en 283 millones de dólares junto con más de 1.000 personas que perdieron sus empleos.

VIA Rail, la compañía estatal de trenes de pasajeros de Canadá, perdió 33,6 millones de dólares como resultado de los bloqueos ferroviarios.

Solo en 2020, hubo unos 50 o más bloqueos en todo el país, ninguno de los cuales hizo que el gobierno federal pidiera el uso de la EA para tratar de detenerlo.

Las draconianas medidas COVID de Canadá fueron el catalizador para el Freedom Convoy, que salió a las calles de Ottawa para exigir el fin de todos los mandatos COVID durante tres semanas en febrero. Como resultado, el primer ministro Justin Trudeau promulgó el 14 de febrero la EA para cerrar el Convoy de la Libertad.

Trudeau revocó la EA el 23 de febrero.

Recientemente se supo que una encuesta interna del gabinete mostró que la mayoría de los canadienses creían que el uso de la Ley de Emergencias por parte de Trudeau para tomar medidas enérgicas contra el Convoy de la Libertad no estaba justificado.

En cuanto al Convoy de la Libertad, los manifestantes permanecieron casi completamente pacíficos, sin que nadie asociado con el movimiento bloqueara ninguna línea ferroviaria.

Las notas muestran que el departamento de Lametti temía que el Convoy de la Libertad incluyera elementos nazis.

Según Blacklock’s Reporter, las notas informativas del departamento de Lametti mostraron que temían que el Convoy de la Libertad se volviera violento, a pesar de no tener pruebas.

El personal afirmó que «se hicieron dos amenazas de bomba a los hospitales de Vancouver y numerosos paquetes sospechosos que contenían retórica que hace referencia al ahorcamiento de políticos y sustancias potencialmente nocivas fueron enviados a las oficinas de los miembros del Parlamento en Nueva Escocia».

El personal tuvo que reconocer, sin embargo, que el vínculo de las amenazas «con el convoy aún no se ha establecido en ninguno de los casos».

Sin embargo, el personal de Lametti escribió que «los adherentes al extremismo violento motivados ideológicamente pueden sentirse empoderados por el nivel de desorden resultante de las protestas».

Ningún manifestante del Convoy de la Libertad fue acusado de terrorismo. La mayoría de las más de 230 personas arrestadas recibieron citaciones por travesuras.

Una investigación pública nacional sobre el uso de Trudeau de la EA se ha pospuesto durante al menos un mes, debido a que el comisionado de las audiencias, el juez Paul Rouleau, necesita ir a una cirugía imprevista.

Muchos parlamentarios del Partido Conservador de Canadá han cuestionado las tácticas utilizadas por la policía y el gobierno de Trudeau para perseguir al Convoy de la Libertad.

Los registros de correo electrónico publicados recientemente muestran que el Servicio de Policía de Ottawa (OPS) tenía una lista negra hecha de recaudadores de fondos vinculados al Convoy de la Libertad que luego se envió a un banco agrícola administrado por el gobierno.