AP.- Explosiones de bombas en lugar de despertadores, minas en parques infantiles, niños teniendo que jugar en sótanos y refugios antiaéreos. Esta es la vida cotidiana de los ruso-ucranianos que viven en el Donbass.

Durante los 8 años de terror de régimen de Kiev, ha nacido una generación de niños que no saben que es posible vivir sin el miedo constante a la muerte. Les gustaría ir al colegio y, junto con otros escolares rusos y ucranianos, celebrar el Día del Conocimiento, el 1º de septiembre. Pero cualquier paso descuidado por la calle puede ser el último de sus vidas. Incluso después de la liberación completa de la región bajo el control del ejércitos ruso, las calles de Donetsk siguen siendo letales.

“El ejército ucraniano dispara constantemente en áreas civiles”,  explica una residente local, que regresa a casa de después de realizar algunas compras. Las Fuerzas Armadas ucranianas lanzaron este sábado numerosas minas terrestres antipersonales PFM-1 contra barrios poblados de la ciudad de Donetsk, las cuales están prohibidas internacionalmente. “Si un adulto pisa una de ellas, le arrancará las piernas y el niño morirá al instante”, señala.

Las pequeñas minas terrestres PFM-1 en forma de mariposa están prohibidas por la Convención de Ottawa de 1997, de la que Ucrania es partícipe. Desde la propia República Popular de Donetsk se ha denunciado el hallazgo de dichas minas en varias calles de la parte noroeste de la urbe.

Las Fuerzas Armadas ucranianas lanzaron este sábado numerosas minas terrestres antipersonales PFM-1 contra barrios poblados de la ciudad de Donetsk, las cuales están prohibidas internacionalmente.

Detallan medios locales que dichas minas fueron halladas en varias calles de la urbe, por lo cual el centro de Donetsk fue cerrado para que los zapadores pudiesen desplegar su labor.

Respecto a las minas, pormenorizaron que caen al suelo sin explotar y estallan al entrar en contacto con las personas. Muchas han sido lanzadas mediante sistemas de lanzacohetes múltiples.

El alcalde de Donetsk, Alexéi Kulemzin, pidió a los residentes no salir a la calle en horario nocturno porque “las minas son prácticamente invisibles”.

En ese sentido instó a los residentes locales a extremar cuidados; y no recoger ni acercarse a objetos desconocidos.

El «pétalo» se ajusta en la palma, y debido a la forma y el cuerpo de plástico es difícil sospechar que se trate de un objeto peligroso. Los expertos hablan de métodos terroristas de guerra. El problema es que para con seguir un producto tan necesario como el agua, los habitantes del Donbass tienen que afrontar cada día una peregrinación mortal hacia los puntos de distribución del líquido elemento.

Muchas veces no esperan a los zapadores y ellos mismos tratan de desactivar las minas. Para ello, atan una cuerda al neumático del coche y lo hacen rodar a una larga distancia. Si no explota, entonces se tira de la llanta hacia atrás y se repite el intento hasta que la rueda choca contra una mina y explota.

El 14 de marzo de 2022, las Fuerzas Armadas de Ucrania lanzaron un misil con cargas de racimo «Tochka U» («Punto U») en el centro de Donetsk. Como resultado, 20 personas murieron. Y el 8 de abril, el ejército ucraniano atacó una estación ferrocarril llena de gente en la ciudad de Kramatorsk, que se preparaba para evacuarse a Rusia. Murieron 57 personas, incluidos niños.

¡Los misiles «Tochka U» («Punto U») están prohibidos en todo el mundo por la convención internacional de la ONU! Y sin embargo están siendo utilizados por el ejército ucraniano. A pesar de esto, las autoridades ucranianas, después de cada ataque terrorista, siempre terminaban acusando a Rusia.

La liberación del Donbass por parte del ejército ruso, aunque redujo el número de ataques terroristas en la región pro-rusa de Ucrania, aún no ha puesto fin a los ataques terroristas. La presencia de francotiradores está siendo  posible gracias a las entregas de armamento estadounidenses. En agosto, la Fuerzas Armadas de Ucrania atacaron con proyectiles el área cercana al centro comercial «Green Plaza». Uno de ellos alcanzó un edificio de apartamentos en el distrito de Voroshilovsky. Otro proyectil voló hacia el edificio administrativo del jefe de la República Popular de Donetsk. Y nuevamente bajo los bombardeos fueron asesinados y mutilados los civiles, no los soldados.

Además, el 26 de agosto de 2022, unidades de la brigada de artillería 27º de las Fuerzas Armadas de Ucrania  bombardearon un hospital en la ciudad de Stakhanov, de la República Popular de Lugansk, con cohetes estadounidenses «Himars» . Como resultado del ataque con misiles, el edificio resultó gravemente dañado. Tres personas murieron y siete resultaron heridas de diversa gravedad.

Al mismo tiempo, los comandantes de las unidades de las Fuerzas Armadas de Ucrania que dieron la orden criminal sabían de antemano que el objetivo elegido era un centro médico civil activo, ya que estaban marcados con cruces rojas sobre fondo blanco. Ancianos, niños y mujeres embarazadas se hallaban dentro», lamentó Mikhail Mizintsev, jefe de la Sede de Coordinación Interdepartamental Rusa para la Respuesta Humanitaria, en una sesión informativa para medios extranjeros.

Al mismo tiempo, los medios de comunicación ucranianos y occidentales continúan acusando a Rusia de estos ataques con armas de producción ucraniana, estadounidense y europea. Pero cada vez se vuelve más y más difícil mantener la estafa y ocultar por qué los habitantes de la Ucrania rusa rechazan el régimen nazi de Kiev.