Hace un mes, nos sorprendió leer cómo, a pesar de un apetito reprimido por la energía en medio de su crisis inmobiliaria y recesión económica (para la cual el «covid cero» se ha convertido en un chivo expiatorio conveniente para el emperador Xi), China ha estado absorbiendo más gas natural ruso en lo que va de año, mientras que las importaciones de la mayoría de las otras fuentes disminuyeron.

El SCMP informó que, según datos de aduanas chinas, en los primeros seis meses del año, China compró un total de 2,35 millones de toneladas de gas natural licuado (GNL), valorado en US $ 2,16 mil millones. El volumen de importación aumentó un 28,7% interanual, con un aumento del valor del 182%. Significó que Rusia superó a Indonesia y Estados Unidos para convertirse en el cuarto mayor proveedor de GNL de China en lo que va del año.

Esto, por supuesto, no debe confundirse con el gas por gasoducto, donde el productor ruso Gazprom anunció recientemente que sus suministros diarios a China a través del gasoducto Power of Siberia habían alcanzado un nuevo máximo histórico (Rusia es el segundo mayor proveedor de gas natural de gasoductos de China después de Turkmenistán), y reveló anteriormente que el suministro de gas por gasoducto ruso a China había aumentado en un 63,4% en la primera mitad de 2022.

¿Qué había detrás de este extraño aumento en las importaciones rusas de GNL, especularon los analistas? Después de todo, mientras que China importa más de la mitad del gas natural que consume, con alrededor de dos tercios en forma de GNL, la demanda este año había caído bruscamente en medio de vientos en contra económicos y cierres generalizados. En otras palabras, ¿por qué el aumento del GNL ruso cuando i) la demanda interna simplemente no está allí y ii) a expensas de todos los demás?

«El aumento en el GNL ruso podría ser un desplazamiento de cargas que van a Japón o Corea del Sur debido a las sanciones, o una demanda más débil allí», dijo Michal Meidan, director del Programa de Energía de China en el Instituto de Estudios de Energía de Oxford.

Una cosa que estaba clara: China quería mantener su trato de gas con Rusia lo más poco claro posible, por lo que la Administración General de Aduanas de China dejó de publicar el desglose en el volumen comercial de gas natural por gasoducto desde principios de año, y el portavoz Li Kuiwen confirmó que la medida era para «proteger los derechos e intereses comerciales legítimos de los importadores y exportadores relevantes».

Bueno, ahora sabemos la respuesta: China ha estado revendiendo silenciosamente GNL ruso al único lugar que lo necesita desesperadamente más que nada. Europa… y, por supuesto, está cobrando el valor de un riñón de marcas en el proceso.

Como informó recientemente el FT, «los temores de Europa de escasez de gas de cara al invierno pueden haber sido eludidos, gracias a un inesperado caballero blanco: China». La publicación propiedad de Nikkei señala además que «el mayor comprador mundial de gas natural licuado está revendiendo algunos de sus excedentes de cargas de GNL debido a la débil demanda de energía en el país. Esto ha proporcionado al mercado spot una amplia oferta que Europa ha aprovechado, a pesar de los precios más altos».

Lo que el FT ignora es que no es «excedente»: después de todo, si fueran importaciones chinas de GNL ruso colapsarían. No, la palabra correcta para describir el GNL que China vende a Europa es rusa.

Volviendo a la historia, los detalles son intuitivos: con el gasoducto ruso a Europa efectivamente cerrado, las importaciones europeas de GNL se han disparado un 60% interanual en los primeros seis meses de 2022, según la firma de investigación Kpler.

Algunos detalles más:

Jovo Group de China, un gran comerciante de GNL, reveló recientemente que había revendido una carga de GNL a un comprador europeo.

Un operador de futuros en Shanghai le dijo a Nikkei que las ganancias obtenidas de tal transacción podrían ser de decenas de millones de dólares o incluso alcanzar los $ 100mn.

La mayor refinería de petróleo de China, Sinopec Group, también reconoció en una llamada de ganancias en abril que ha estado canalizando el exceso de GNL en el mercado internacional.

Los medios locales han dicho que solo Sinopec ha vendido 45 cargas de GNL, o alrededor de 3,15 millones de toneladas. La cantidad total de GNL chino que se ha revendido es probablemente más de 4 millones de toneladas, lo que equivale al 7 por ciento de las importaciones de gas de Europa en el semestre hasta finales de junio.

No se equivoquen: todo este «exceso» de GNL se agrió en parte o en su totalidad en Rusia, pero como se ha «cobrado» en China, ya no es ruso. Es, en cambio, redoble de tambores, GNL chino.

La buena noticia es que los 53 millones de toneladas que compró el bloque superan las importaciones de China y Japón y han llevado la tasa de ocupación de almacenamiento de gas de Europa al 77%. Si esto continúa, es probable que Europa alcance su objetivo declarado de llenar el 80% de sus instalaciones de almacenamiento de gas para noviembre (momento en el que comenzará a drenar las reservas a un ritmo vertiginoso para mantenerse caliente durante el invierno). Pero si bien la recesión económica de China ha traído un alivio muy necesario a Europa, viene con una importante nota al pie. Tan pronto como la actividad económica se recupere en China, la situación se revertirá rápidamente y Beijing ya no reexportará El GNL de Rusia para mantener a Europa caliente.

Hilarantemente, también significa que en lugar de depender de Rusia para el gas, Europa ahora se está volviendo dependiente de Beijing en su lugar por su energía, que sigue siendo gas ruso, solo que esta vez importado de China, lo que se burla de las ambiciones geopolíticas de Estados Unidos de defender un orden internacional liberal con sus propias exportaciones de energía.

Peor aún, mientras que Europa podría comprar GNL ruso por el precio X, en su lugar tiene que pagar 2X, 3X o más, solo para indicar al mundo que no financiará al régimen de Putin, cuando en realidad está pagando más tanto a Xi como a Putin, que está cobrando un precio superior gracias a la escasez general del mercado.

Sin decirlo expresamente, el FT implica que Europa está comprando GNL ruso a través de China:

Si Rusia termina exportando más gas a China como un medio para castigar a Europa, China tendrá más capacidad para revender su excedente de gas al mercado spot, ayudando indirectamente a Europa.