Justin Trudeau

Una instalación del Ministerio de Medio Ambiente y Cambio Climático de Canadá (ECCC) en construcción en Winnipeg incluye una sala de almacenamiento de armas de fuego considerable, así como múltiples salas de pruebas y salas de interrogatorios, según CounterSignal. El medio, que afirma haber recibido una copia filtrada de los planos arquitectónicos elaborados por una firma de Winnipeg, publicó una instantánea que muestra algunas de las etiquetas más inquietantes el martes.

El extenso edificio de 50,000 pies cuadrados también alberga laboratorios biológicos, oficinas de relaciones con los medios, una estación de pronóstico del tiempo y, quizás lo más inquietante, dadas las implicaciones, instalaciones para albergar a cientos de personas, incluidos los «oficiales de aplicación» que trabajan para el ECCC.

Los «oficiales de aplicación» son esencialmente policías climáticos, dotados de una autoridad equivalente por la Ley de Evaluación de Impacto de 2019, que pretende ser una legislación destinada a reducir el impacto de la energía, la agricultura y otros grandes proyectos en las comunidades indígenas y el medio ambiente. Pueden ingresar a cualquier propiedad sin una orden judicial para verificar el cumplimiento de la IAA, tomar fotos, acceder a computadoras, teléfonos y otros dispositivos, dar órdenes a cualquier persona que opere maquinaria, o incluso exigir que las instalaciones sean desalojadas y se prohíba el acceso futuro.

Según una publicación de trabajo en Indeed.com, Canadá actualmente está contratando a estos «oficiales de aplicación» para hacer cumplir las regulaciones de contaminación. Se les da una autorización de seguridad secreta y armas restringidas, que llevan, junto con esposas, en cualquier condición ambiental que Ottawa les pida que inspeccionen.

Los agentes de ECCC fueron vistos a principios de esta semana en tierras de cultivo privadas en Saskatchewan, donde afirmaron estar tomando muestras de agua para medir los niveles de nitratos. El primer ministro Scott Moe exigió saber para qué planeaba la agencia usar las muestras y por qué se estaba haciendo sin el permiso y el conocimiento de los agricultores.

Muchos agricultores temen que el primer ministro pueda seguir los pasos de su homólogo en los Países Bajos, cuyas restricciones planificadas sobre el uso de fertilizantes amenazan con alejar a la mayoría de los agricultores holandeses de sus tierras. En 2020, Trudeau anunció planes para reducir las emisiones de fertilizantes en un 30% en los próximos 10 años, lo que no solo reducirá los rendimientos de los cultivos y hará imposible continuar cultivando alimentos, sino que, según los defensores de la industria de los fertilizantes, ni siquiera reducirá las emisiones de carbono.