El candidato a presidente de Kenia que propuso “deportar a todos los chinos” ganó las elecciones
El derechista William Ruto ha vencido con un ajustado 50,5% a su rival. Su eje de campaña fue expulsar a China, tanto su influencia en la economía y en la política, como a su gente, del país.
William Ruto, candidato de derecha conservadora y líder de la Alianza Democrática Unida (la cuál forma parte de la coalición centrista Kenia Primero), ganó las elecciones con un 50,5% de los votos, frente al 48,8% de su oponente, Raila Odinga, de centro-izquierda progresista y perteneciente a la coalición Una Kenia.
El vicepresidente será el actual diputado Rigathi Gachagua, un lobista político acusado en el pasado de apropiación de fondos públicos y malversación, durante su paso como secretario del actual presidente Uhuru Kenyatta.
En las elecciones senatoriales, la coalición del nuevo presidente se impuso obteniendo 33 escaños, frente a los 32 de la oposición y los 2 no-afiliados.
Por otro lado, en la Asamblea Nacional, la diferencia sigue siendo mínima, pero esta vez es la oposición la principal bancada, con 162 escaños, frente a los 159 del oficialismo. A su vez, entre no-afiliados, no-declarados e independientes se contabilizan 28 bancas.
Tanto la coalición oficialista como la opositora son frentes extremadamente diversos ideológicamente y que agrupan múltiples tendencias políticas, lo llamados partidos “catch-all”. Kenia Primero, asociada al centrismo, agrupa tanto al Partido Comunista de Kenia como al Partido Democrático, de derecha conservadora, y al victorioso Alianza Democrática Unida, del conservador William Ruto.
Por su lado, Una Kenia, coalición opositora, agrupa desde Unión Nacional Africana de Kenia, de derecha nacionalista, y el Partido Nacional Liberal, de derecha liberal, hasta la Alianza Progresista Unida o la Coalición Nacional Multicolor, de centro-izquierda progresista, incluyendo además al Foro del Pueblo Ubuntu, partido de corte étnico y marxista.
Raila Odinga, derrotado por Ruto en los comicios. Tras las elecciones ha acusado de fraude y prácticas ilegales a Ruto.
Hace pocas semanas, en plena campaña, Ruto logró atraer la atención de medios internacionales y gran parte del electorado local con una fuerte promesa: “Dejen a los ciudadanos chinos rostizar maíz y vender teléfonos celulares. Vamos a deportarlos a todos devuelta a sus países cuando gane las elecciones“.
La propuesta no solo implica la expulsión de los inmigrantes, si no que Ruto habla de expulsar la influencia de China en la política y la economía keniana. Cabe recordar que Kenia es uno de los tantos países que cayó en la trampa de la deuda china y actualmente, el Partido Comunista Chino controla una serie de infraestructura de transporte en el país africano.
A pesar de tener de vice a Rigathi Gachagua, Ruto hizo una campaña con un fuerte discurso anti-establishment y populista de derecha. En múltiples ocasiones se ha referido a sí mismo como un defensor del “pueblo ordinario frente a las dinastías que gobiernan Kenia”.
Otra de las promesas que generaron un fuerte impacto se trató de cuando afirmó que daría por anulada la deuda de 70 millones de dólares que mantiene el país actualmente con el Banco Mundial y con la propia China, de fuerte influencia en la economía africana y dueña del proyecto de infraestructura más costoso de la historia local, un tren que conecta dos importantes ciudades, valuado en 4,7 billones de dólares.
Ruto, de 55 años, es padre de familia con 7 hijos y en su juventud abocó sus estudios a las ciencias naturales. Sin embargo, es por su incansable actividad religiosa en la Unión Cristiana y en diferentes iglesias keniatas que salta a la política, tras conocer al ex presidente Daniel Arap Moi, que lo recluta como tesorero de su partido para las elecciones de 1992 en las que Moi luchaba por su re-elección. Desde ahí, supo ejercer en distintos cargos, tanto de parlamentario como en múltiples ministerios.
En las últimas elecciones presidenciales, las de 2017, logró re-elegir por segundo mandato consecutivo Uhuru Kenyatta (del Jubilee Party, centro-derecha liberal) con un 98,26% de los votos, quién llevó al propio Ruto como vice-presidente, cargo que lo impulsó a dar el salto a la presidencia. Kenyatta se veía imposibilitado de postularse nuevamente por la limitación de mandatos y su salida de la política marcó una verdadera campaña electoral con votación libre por primera vez en una década.