El atentado del domingo en Malí, atribuido a terroristas en Tessit, localidad situada en la llamada zona de las tres fronteras entre Malí, Burkina Faso y Níger (Zona Gourma – Liptako), dejó al menos 21 muertos, entre ellos 17 militares, mientras que otros 9 militares están desaparecidos, según un nuevo comunicado del ejército de Malí publicado el lunes por la noche.

Los atacantes se lanzaron contra el cuartel, en la región de Tessit, y abrieron fuego, provocando una desbandada entre los militares. Sólo la llegada de refuerzos permitió al Ejército maliense recuperar la posición. La espiral de violencia en la que está inmersa Malí ha vivido este domingo un nuevo episodio sangriento, uno de los peores ataques terroristas contra las Fuerzas Armadas en los últimos año.

Los resultados son “siempre provisionales y susceptibles de cambiar”, según un comunicado de prensa del ejército, que agregó que mató a siete terroristas “probablemente del Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS). “Los sobrevuelos clandestinos y descoordinados registrados por las fuerzas armadas malienses (Fama), ayer, domingo y hoy, confirman la tesis de que los terroristas contaron con un importante apoyo militar incluidos drones”, asegura el ejército, sin dar más detalles.

El estado mayor maliense informa también de 22 heridos en el ejército, importantes pérdidas materiales, incluidos tres vehículos destruidos y daños en instalaciones militares y viviendas de civiles.

Según el gobierno de Malí, algunos civiles asesinados son funcionarios locales. Del lado de los terroristas, además de los siete muertos, el ejército de Malí evoca “un número indeterminado de muertos y heridos en las filas de los atacantes terroristas”.