Por Rhoda Wilson.- Abir Ballan publicó una tesis de 43 páginas titulada ‘ La revisión de la OMS y por qué es importante para usted ‘ en el sitio web Pandemics Data & Analytics («PANDA»). Muestra los fallos de la OMS y todas sus recomendaciones fallidas en Covid. Es una lectura obligada para cualquier persona interesada en la salud pública, las políticas globales de la OMS de Covid-19, que casi todas las naciones siguieron, y el alcance total de la corrupción por parte de la OMS/líderes y gobiernos globales. La revisión también enumera lo que debería haberse hecho en su lugar.

Ballan tiene una maestría en salud pública, un título de posgrado en educación para necesidades especiales, una licenciatura en psicología y es autora de libros para niños . Es ex miembro del Comité Ejecutivo de PANDA . Ballan está especialmente comprometida con la promoción de la salud y el bienestar de los niños y jóvenes.

“Esta revisión lo empodera con información clave para ayudarlo a evaluar la candidatura de la OMS como una organización autorizada de salud pública mundial. Proporciona información básica sobre los principios de salud pública y gestión de pandemias según lo acordado previamente por esta rama de las Naciones Unidas. El análisis PANDA le permitirá evaluar la solidez de la respuesta recomendada por la OMS al COVID-19 y la viruela del simio , y determinar con qué fidelidad la OMS siguió sus propias recomendaciones desarrolladas previamente. Continúa resumiendo los supuestos subyacentes a sus recomendaciones de Covid-19, seguido de un resumen de las recomendaciones finales”. [énfasis propio]

La realidad es que la OMS, y todos aquellos que siguieron las políticas de la OMS sobre el Covid, fallaron en cada uno de los 10 principios enumerados a continuación. Por el bien del argumento, supongamos que Covid fue la emergencia que afirmaron; entonces se seguiría que las sociedades funcionan de manera óptima si mantienen principios y valores éticos de larga data que se desarrollaron, probaron y blindaron a lo largo del tiempo. Tratado y probado. Estos 10 principios de salud pública no se aplicaron a la respuesta de emergencia de Covid.

Principios de salud pública

En tiempos de emergencia, las sociedades funcionan mejor si mantienen principios y valores éticos arraigados, desarrollados durante muchos años. Estos principios de salud pública deberían haberse aplicado a la respuesta al Covid-19.

1. La dignidad humana y las libertades personales deben respetarse en todas las circunstancias. Cualquier restricción a la libertad individual, por motivos de salud pública, debe ser temporal y específica para cada caso, y debe llevarse a cabo como último recurso bajo una carga de prueba extremadamente alta de su necesidad, razonabilidad y proporcionalidad.

2. Una definición holística de salud incluye el bienestar físico, mental, espiritual y social.

3. Las personas tienen derecho a la integridad corporal, es decir, a elegir libremente su cuerpo ya estar libres de cualquier injerencia en su cuerpo que no consientan.

4. Los profesionales de la salud solo deben recomendar intervenciones de salud basadas en las necesidades individuales y solo si los beneficios superan los riesgos para esa persona.

5. Los profesionales de la salud deben obtener el consentimiento informado y voluntario de las personas antes de cualquier intervención médica. La información inexacta, la manipulación psicológica y cualquier forma de coerción invalidan el consentimiento.

6. Las intervenciones de salud pública deben proteger la información médica privada. Las intervenciones que conducen a la discriminación y la estigmatización basadas en opciones personales de atención de la salud no son éticas.

7. Las intervenciones de salud pública deben tener en cuenta los factores biológicos (patógenos, factores genéticos, estado de salud, intervenciones médicas…), así como los determinantes sociales de la salud, incluida la estabilidad económica y el empleo, el vecindario y el entorno físico, el apoyo comunitario y el bienestar mental y el acceso y la calidad de la educación, la alimentación y la atención de la salud.

8. Se debe emprender un enfoque multidisciplinario para evaluar los efectos a corto, mediano y largo plazo de cualquier intervención de salud pública antes de su implementación.

9. Las personas y comunidades directamente afectadas por las intervenciones de salud pública deben participar en el proceso de toma de decisiones para garantizar su equidad, idoneidad y éxito.

10. La confianza en la salud pública se basa en la transparencia y la honestidad. Las políticas y recomendaciones deben basarse en datos precisos, libres de conflictos de intereses. También deben ser objeto de mejora continua a través del debate científico abierto.