No podemos confundir la renovación de la sangre tan necesaria en las sociedades endogámicas con la renovación por la sangre.

Una sociedad absolutamente decadente manipulada e idiotizada por la caja tonta, donde los padres ven fornicar a sus hijos o buscar pareja en programas donde dejan claro de entrada que les da lo mismo la carne que el pescado, y no me refiero a la cena, en una sociedad pedófila, donde el perro es la elección para la descendencia de muchas parejas españolas.

Una sociedad que desde la más tierna infancia adoctrina a los niños y les dicen que es normal tener dos papás o dos mamás.

Una sociedad tan corrompida y enferma necesita un 2 de mayo, un 18 de julio o si me apuran un desastre de Annual.

Una sociedad corrompida por el puro vicio, carente de esfuerzo y mérito, una sociedad donde la abundancia nos lleva al pecado del despilfarro y a pensar que los padres tienen la eterna obligación de cubrir la frustración causada por no haber dicho no a tiempo a sus pequeños tiranos.

Una sociedad donde después de exprimir a los abuelos, se les ingresa en oscuras residencias donde en el mejor de los casos los deseados hijos y amados nietos les visitarán el día de su cumpleaños; por lo menos al principio, que la conciencia suele ser algo pasajero.

Ya que el perdón es divino y aunque seamos humanos, creo que sería humano pedirle a Dios que mande a los lobos a este rebaño, que la renovación por la sangre sería verdaderamente divina.