Este que ven en la foto es el coordinador de Vox en Alhaurín el Grande (Málaga)

“Estos salvapatrias de VOX, ¿qué han hecho en Málaga? ¿Cuál es la aportación de VOX a Málaga y a Andalucía? ¿En qué han contribuido para mejorar nuestra tierra? Ya se lo digo yo: en nada. No hay debate. Predomina el ordeno y mando. Vox Málaga se limita a concentrarse con muchas banderas de España y criticar en Facebook, Twitter o Parler, al Partido Popular, llamándolo ‘derechita cobarde’. Y a quién le responda, bloqueo inmediato. ¿Para qué discutir si no tienen argumentos?”. Quien así se expresa es uno de los militantes de Vox en la localidad malagueña de Alhaurín el Grande que decidió causar baja en el partido. No es el único. Nuestras fuentes habituales apuntan que el 80 por ciento de los militantes en dicho municipio habría seguido sus mismos pasos.

A la deriva surrealista del partido verde en Málaga, hay que añadir el discutido talante del coordinador de Vox en Alhaurín para entender esta estampida masiva. El susodicho se llama Antonio Jesús Fernández Jiménez, antiguo legionario (es seguro que no llegó a oficial) y que se caracteriza por su concepción torrentiana y cuartelera del poder y por su trato desabrido a los militantes.

Tal vez nos estemos equivocando y la cuestión se reduzca a que este hombre quiere tanto a España que considera pertinente el sacrificio de imponer su santa voluntad a golpe de testiculina. En una reunión llegó a decir que él haría “lo que le saliera de los cojones”. Los atónitos militantes no daban crédito: muchos comprendieron que la salida más saludable y honorable era abandonar la formación. Al margen de su deplorable talante, destacan el perfil del personaje: escasa formación, nula capacidad de gestión, paupérrima oratoria y unos pertrechos ideológicos que se nutren de los cuatro mantras de la derechona entre carajillo y carajillo. Su reflexión intelectual más elevada es apelar a la hombradía de los “buenos españoles” no se sabe para qué.

Al parecer, Antonio Jesús Fernández fue designado a dedo por uno de los que mueven los hilos del partido, el deplorable Pablo Sáenz de Tejada. En una fiesta conmemorativa del ex legionario, le concedió el puesto de honor. También a Carmen Barrios, la secretaria e íntima colaboradora de Antonio Luna, el fracasado número 3 en las listas de Vox al Parlamento de Andalucía.

Una imagen que vale más que mil palabras: Antonio Jesús Fernández entre Pablo Sáenz de Tejada y Carmen Barrios.

Nuestras fuentes piden a Madrid que tome cartas en el asunto disolviendo la actual gestora y dándole la vuelta a Vox Málaga como a un calcetín. Se preguntan qué más tiene que pasar para que se ponga fin a tanto desvarío. Y sobre todo, brota en ellos la misma pregunta: qué pueden hacer estos “frikis” en las municipales del año que viene frente al actual alcalde alhaurino, el popular Joaquín Vilanova, uno de los regidores más emblemáticos de la provincia y que revalida la mayoría absoluta una y otra vez.

“Este Vox es un circo y personajillos como Antonio Jesús Fernández no contribuyen precisamente a que mucha gente deje de percibirnos como un partido de garrulos y no como una opción seria en la que confiar”, señala uno de los pocos militantes del partido en Alhaurín que se atreve a dar su opinión sobre el protegido de Sáenz de Tejada.

“A este paso no nos va a votar ni la cabra de La Legión”, remata otro militante que hasta hace poco apoyaba incondicionalmente a la dirección provincial.