El país donde vivo
Vivo en un país con unas reservas de gas que cubrirían el 100% de la demanda interna durante 60 años, un país con reservas de petróleo conocidas para atender el consumo durante 5 años; vivo en un país que compra uranio mientras no toca sus minas; vivo en un país con níquel, manganeso, y gracias a la transición ecológica y verde, somos un país energéticamente muerto.
Vivo en un país donde cada vez que me siento a ver la tele, me cuelan subliminalmente matrimonios interraciales, como si eso fuera la norma habitual y representativa de la sociedad.
Vivo en un país en el que los semáforos llevan falda, los bancos se pintan de morado, a los niños de 6 años les enseñan onanismo en los colegios y las niñas de 16 pueden abortar sin el permiso paterno, mientras que si los padres no se lo dan no pueden ir de viaje de fin de curso.
Vivo en un país sin fronteras, donde cualquiera sin un certificado de penales ni mucho menos médico, puede venir a imponer su religión y su voluntad.
Vivo en un país donde cualquiera puede entrar en tu casa, y no solo no podrás entrar en ella, sin que tendrás que pagar suministros, IBI, y comunidad mientras gastas miles de euros en abogados.
Vivo en un país donde la gente combate en las redes sociales y en los bares la subida del IPC, el infierno fiscal, la subida de combustibles y la cesta de la compra, pero abandona a los camioneros cuando salen a la calle.
Vivo en un país donde hay jubilados que cobran menos que los refugiados que no vienen de ninguna guerra.
Vivo en un país donde la palabra de una mujer vale más que la de un hombre, judicialmente.
Vivo en aquel país que, como dijo don Alfonso Guerra, no lo iba a conocer ni la madre que lo parió. ¡Qué razón tenía!












Don Alberto, que gran alegría que comente usted con su fina pluma, los desmanes que vivimos en España. Tiene mucho tema que desarrollar, y me gustaría si es posible que el próximo artículo lo destacara a la dura labor de la Guardia Civil y Policía Nacional en Ceuta y Melilla, lo abandonados y maltratados por el indigno Marlanska, por el gobierno social-comunista del tirano y traidor de Sánchez. Muchas gracias por escribir así, le animo a seguir profundizando en las barbaridades de la izquierda