AR.- Imagine el lector un partido que tuviese en el “banquillo” a una ex profesora de la Sorbona, a un empresario con más de 200 trabajadores a su cargo y a un arquitecto, con estudios en Málaga, Madrid y Panamá, que ha puesto su firma a proyectos encargados por las mayores empresas y organismos españoles. Ese partido existe y también las personas reseñadas, Alicia Ruffé, Juan Carlos Cuevas Dawson y Yago Fernández-Roel. Si algún lector aún no lo ha adivinado, ese partido se llama Vox Málaga y es a la competencia de sus cuadros lo que un huevo a una chirimoya. Las tres personas mencionadas militan aún en Vox Málaga y han sido condenadas al ostracismo por tener luz propia y una talla humana que reduce las de Patricia Rueda, Antonio Sevilla y Antonio Luna al tamaño de un pigmeo. Si el lector cree que AD se ha pasado de rosca con las críticas al despropósito de Vox Málaga, repare en este dato: en vez de echar mano de su lujoso banquillo, Vox ha decidido cubrir el puesto de coordinadora de la capital malagueña con Gema Palomo, una mediocre procedente de Ciudadanos y a la que sus antiguos compañeros la describen como una “trepa, con escasa formación, que presume de un buen currículum pero que tan solo es una comercial y de las malas”. Parece un chiste pero no lo es. La excrecencia política frente a la excelencia. Eso es Vox, señores. Y por eso quienes, pese a las innumerables evidencias, se obstinan en seguir defendiendo a este partido-estafa, ya solo puede ser llamado traidor no solamente a España sino al más amplio sentido de la dignidad humana.

Por cierto, bueno sería que Gema Palomo anunciase si ha transmutado ya los ideales que abrazó en Ciudadanos con fervor de Jeremías, siendo entonces, según comentan sus propios ex compañeros, una conspicua defensora del feminismo, de las ideologías de género, del aborto y de cualquier pandemia progresista. Ahora toca la banderita por pulsera y el “viva España” escobariano. La derechita estafa, ya se sabe.

Sería bueno también que los responsables del “fichaje” de Gema Palomo para sustituir al cesado Javier Olea, nos aclarasen qué aporta la susodicha que no puedan aportar la mayoría de los que forman parte de Vox como militantes de base. ¿Quién ha sido el mentor de la “paloma”? Acaso la respuesta a esta pregunta contenga la clave del misterio. ¿De verdad piensan estos sinvergüenzas que con decisiones tan estrafalarias van a sacar muchos votos en las municipales del 2023?

Meme sobre Gema Palomo publicado ayer en redes sociales.

Si al final la solución de Vox para cubrir uno de sus cargos más importantes es una “trepa” de Ciudadanos afiliada al “dedismo”, entonces estamos hablando ya de un partido convertido en un auténtico zurullo político. Porque lo malo no es que la “paloma” mensajera provenga de Ciudadanos, con escala en Tu Pueblo hasta que la calaron, lo peor es que fue la mano derecha de Juan Cassá en la veleta naranja. Algunos se preguntarán quién fue Juan Cassá. De entrada, el político más vividor y sinvergüenza que tiene la provincia de Málaga. Y los hay para dar y tomar. Ni siquiera Podemos había llegado a niveles tales de abyección. Podemos nunca traicionaría a su base potencial de votantes. Vox, lo hace a diario.

El ex jefe político de Gema Palomo es un político mediocre, un tipo sin moral ni convicciones, un entusiasta del camaleonismo político dependiendo de las circunstancias, un personaje de ficción lleno de trampas y mentiras, más falso que las peleas de los Power Rangers. O que un billete del Monopoly.

Un personaje con tan débiles pertrechos morales y con unas convicciones ideológicas tan escurridizas no podría ser tomado en serio en ninguna otra sociedad que no estuviese tan moralmente corrompida como la española. El verdadero escándalo ha sido que el Ayuntamiento de Málaga haya estado pagando a un concejal por no hacer absolutamente nada, más allá de ir a votar a los plenos municipales. Porque Juan Cassá sufre el drama de depender económicamente de la política. Por eso el sinvergüenza tiene que ir mudando de piel en cada esquina electoral. Lo sabe bien el exportavoz de Ciudadanos en la Diputación y exconcejal de este partido en el Ayuntamiento de Málaga, Gonzalo Sichar, quien sostuvo en una entrevista radial que la decisión de Juan Cassá de abandonar Ciudadanos y pasarse al grupo de no adscritos responde claramente a su intención de unirse a PSOE y Adelante Málaga para llevar a cabo una moción de censura que arrebate el gobierno a Francisco de la Torre.

Juan Cassá

La posibilidad real de que Cassá pudiera por aquel entonces abandonar su partido y dar la alcaldía al PSOE generó unas tensiones que, según Sichar, Ciudadanos tuvo que rebajar. “Se buscó una salida para evitar que Cassá le diera una alcaldía al PSOE, y una salida fue meterle en Diputación con un extra de más de 10 mil euros al año”, subrayó.

El ex de Ciudadanos aseguró que esta maniobra de Juan Cassá estuvo motivada exclusivamente por intereses económicos. “Esta artimaña debe estar muy atada, Juan actúa con instintos egoístas, es imposible que no haya atado algo que le beneficie económicamente”, lamentó Sichar.

Por su parte, el director de AD, Armando Robles, opinó lo que sigue del tránsfuga de Ciudadanos. “La primera vez que vi a Juan Cassá, con su estética coletuda y deplorable, lo calé y así se lo dije a amigos de Ciudadanos. Siempre tuve claro que este sinvergüenza cifra sus expectativas económicas personales por encima de cualquier otra cuestión. Llegó a Málaga desde Asturias, tieso y con muchos hijos. Nadie sabe su pasado laboral. Y el que dio a conocer era falso, como cuando dijo que había dirigido un hotel en Costa Rica. Tampoco sabemos nada de su estancia en Argentina. Todo hiede en torno a Cassá. Pocos ejemplos desacreditan tanto a la democracia como que el futuro de la quinta ciudad más importante de España esté en las manos de un tránsfuga económicamente insaciable, una escoria política, un desecho moral. El PP tiene medios para investigar todos los detalles del pasado de este golfo, pues que lo haga”.

Bueno, pues estos son los activos de los que ahora se rodea Vox Málaga para cubrir sus vacantes. No le auguro ningún futuro político a la despreciable Gema Paloma, aún cuando su mentor intentará mantenerla a salvo. Ya les aseguro que no lo conseguirá y que no llegara viva a las municipales.

Claro que puestos a rizar el rizo, y dado que había que echar mano de la primera que se terciara, ¿por qué no se recurrió a la doctora Cosca, que al menos es marca chapucera de la casa? Pues porque el mentor de Gema Palomo no lo vio necesario; para él, naturalmente. El dedismo, el dedismo…