Agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional de Ceuta han interceptado un dron cargado con varios teléfonos móviles, un cargador y una placa de hachís tras verlo aterrizar sobre el techo de una de las aulas del Centro de Menores Piniers I, uno de los alojamientos de emergencia habilitados en la periferia de la ciudad autónoma cerca de la cárcel para acoger a los cientos de jóvenes marroquíes migrantes no acompañados que permanecen en la localidad española desde la crisis migratoria de mayo de 2021.

Según informa la Jefatura Superior en un comunicado, los funcionarios destinados en un servicio ordinario de ronda por las inmediaciones de la prisión de Loma Mendizábal se percataron de la presencia de un dron “volando por el espacio aéreo cercano a la cárcel” que transportaba un paquete sujeto con una cuerda.

La aeronave aterrizó finalmente a unos 500 metros de distancia del centro penitenciario, sobre las aulas del Centro de Menores, donde los agentes encontraron dentro de un paquete transparente “diversos teléfonos móviles, un cargador y una placa de sustancias estupefacientes, al parecer hachís”.

La Brigada Provincial de Policía Científica se ha hecho cargo del dron y el resto de elementos intervenidos para abrir la correspondiente investigación.

El uso de aparatos voladores no tripulados se convirtió durante los más de dos años que permaneció cerrada la frontera de Ceuta en uno de los procedimientos más utilizados tanto para el tráfico de drogas entre ambos lados de la valla como para la introducción de objetos prohibidos en la cárcel local. Solamente durante 2021 la Guardia Civil derribó “más de veinte” con teléfonos móviles o droga.

La Comandancia local de la Benemérita comenzó a principios de mayo a utilizar “en fase de pruebas” los dos drones con cámaras térmicas que adquirió en febrero para “mejorar el servicio de vigilancia” del perímetro fronterizo de la ciudad.