AD. La holgada mayoría absoluta que ha obtenido el Partido Popular en las autonómicas andaluzas y la debacle moral y numérica que representan los escuálidos 14 diputados de Vox nos enfrentan a un nuevo escenario político.

A partir de ahora, Macarena Olona deberá resignarse a ejercer la oposición en un parlamento regional sin la más mínima repercusión mediática. Ya hay quien dice que a la pobre se la han quitado de en medio los jerifaltes de la Sociedad Anónima Vox. Que la engañaron miserablemente, vamos. ¿Celos? ¿Envidias? ¡Vete tú a saber! Lo cierto es que una brillante parlamentaria nacional yace, a partir de hoy, en el dique seco. El millón de euros que Santi Abascal se ha pulido en la campaña andaluza han dado como resultado un ínfimo resultado, si lo comparamos con el que se logró hace pocos años en la misma Andalucía con poco más de seis mil pavos. Vox no ha podido cubrir más que el 20% de los colegios electorales andaluces, ya que sus afiliados se han sentido despreciados por una dirección soberbia y autocomplaciente.

Tras maltratar sin descanso a su militancia de base, creando gestoras provinciales para neutralizar a los líderes naturales en favor de los sumisos a la dirección nacional, Vox acabará convertido con las municipales en un partido residual. La ilusión que despertó Santi Abascal hace unos años se ha convertido en una profunda decepción: han utilizado los símbolos de la patria y los principios más sagrados para pisar moqueta y despreciar finalmente a aquellos que los votaron.

Alerta Digital, una vez más, llevaba razón. Si nos hubiesen escuchado, tal vez las cosas serían ahora diferentes. Sin cuidar a la militancia y castrando cualquier iniciativa no controlada por los supertacañones del partido no se puede llegar a ninguna parte. Nuestro portal desde el principio apoyó aquello que los dirigentes de Vox dijeron representar en un pasado no muy lejano. Sin embargo, las perspectivas que se abrieron han resultado un fiasco en todas las provincias de nuestra maltratada España. Santi Abascal, Ortega Smith y Espinosa de los Monteros se han cargado lastimosamente el invento de Vidal- Quadras financiado por la disidencia iraní.

Pero, a pesar de todo, como no hay mal que por bien no venga, esperemos que muchos abran de verdad sus ojos y no se dejen deslumbrar por unos cantos de sirena que al final acaban sonando desafinados. Todavía esperamos esa opción claramente identitaria, sin excepción ni compromiso, que aúne los esfuerzos de los que todavía se resisten a que una élite política y financiera acabe reduciéndonos a todos a la esclavitud.