A Catalunya Ràdio le hace gracia que una oyente proponga asesinar a la portavoz del Partido Popular en el Parlamento catalán
Lorena Roldán.
La Audiencia Nacional condenó recientemente a siete años y seis meses de cárcel a Manuel Murillo, el hombre que propuso terminar con la vida del presidente del Gobierno “para producir un cambio en la situación política española”.
La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal impuso a Murillo la citada pena por un delito de homicidio en grado de proposición. Parece claro que amenazar con matar al presidente del gobierno merece el más severo correctivo y no así cuando la víctima potencial se trata de una dirigente del PP en Cataluña.
Locutores de Catalunya Ràdio han bromeado en el programa ‘El matí de Catalunya Ràdio’ tras leer el mensaje en el que una mujer de 78 años ha amenazado a la diputada del Partido Popular en el Parlamento catalán, Lorena Roldán, durante una entrevista. “Me ha hecho gracia esta llamada”, ha afirmado un locutor.
Tras una entrevista este viernes a la portavoz del partido en la emisora en el programa ‘El matí de Catalunya Ràdio’ sobre el cumplimiento de la sentencia del 25% de castellano en las escuelas, un colaborador ha dado voz a una llamada en la que una oyente aseguraba que al escuchar a Lorena Roldán “iría a la emisora con una escopeta”.
La formación ha comunicado que Lorena Roldán, denunciará ante el CAC y la Comisión de control de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals la utilización de Catalunya Ràdio como “medio de incitación a la violencia”.
“Ya basta de manosear y degradar lo que se supone que es un medio de comunicación público y, por lo tanto, de todos”, ha afirmado Roldán. La diputada considera que este trato en la radio pública es una muestra de a lo que se enfrentanlas familias que piden que sus hijos reciban el 25% de la educación en castellano.
Da la impresión de que, a pesar de los avances tecnológicos de que, supongo, dispone esa red de emisoras, no utilizaron adrede alguna forma de cortar a la oyente cuando profirió tal despropósito. Enun sistemka democrático de comunicación valen todas las opiniones, a excepción de despropósitos como el de esa oyentea la que tendrían que haber cortado la llamada por respeto, no solamente a la entrevistada, si no a la audiencia en general.
Tiene ud toda la razón del mundo