El día de mi cese como coordinador de Vox Mijas
Rondaban las seis de la tarde cuando mi mujer y yo llegamos a la tasca cutre de siempre, sorpresa entre los dos figuras, al verme acompañado; sólo una silla esperándome.
Un refresco para mi señora y un botellín de agua para mí, pelotazos para el resto. Mi mujer, grabadora en el bolso a petición mía… y a esperar que 3, 4 ó 5 pelotazos después, se les soltase la lengua, cosa que ocurrió en no pocas ocasiones.
La reunión transcurrió entre continuas visitas al cuarto de baño de 10 minutos, y no precisamente mías, que gracias a Dios ya no tengo próstata ni tuve ninguna urgencia intestinal.
No voy a dar nombres hoy, ya que ellos saben quienes son, sus voces están recogidas en los audios, y quedarán en los audios, ya que cuando doy mi palabra, la cumplo y os la di.
Aquí y ahora tenéis mi palabra de que ni tú vas a ser concejal de Mijas, ni tú vas a ser diputado por Málaga.
Las bases de Vox, las mejores bases de cualquier partido y a las que ya no pertenezco gracias a que tú te encargaste de no cobrarme la cuota de afiliación, merecen que las representen personas, honradas, decentes y sanas. Por eso tenéis mi palabra que voy a hacer todo lo que esté en mi mano para dejaros con la miel en los labios, amigos míos.











