IP.- Mientras que el Pentágono se ha centrado en incorporar a soldados transgénero, Rusia ha estado diseñando sistemas de entrega de armas de alta tecnología altamente efectivos, como misiles hipersónicos y misiles balísticos intercontinentales avanzados. No lo criticamos, solo constatamos cuáles fueron las prioridades de uno y otro ejército.

Mientras los líderes globalistas de Estados Unidos están desmantelando la infraestructura energética y el sistema de transporte de Estados Unidos (vea la reciente paliza de las entregas ferroviarias de Union Pacific), Rusia está obteniendo ganancias récord de las ventas de energía mientras convence a muchas de las principales naciones del mundo para que compren energía en rublos en lugar de dólares.

El imperio estadounidense, empapado de corrupción, pedofilia, criminalidad y locura, está acabado. Ahora es solo cuestión de tiempo para ver cómo se acelera día a día la autoinmolación de los Estados Unidos de América.

Fíjense en mis palabras: antes de que finalice este año, las ciudades de Estados Unidos estarán en llamas por los disturbios por alimentos.

La tiranía del gobierno estará fuera de control y seremos testigos de los primeros capítulos de un levantamiento masivo o una guerra civil (o quizás elementos de ambos). La hambruna masiva está llegando a Occidente, y fueron las sanciones económicas increíblemente estúpidas contra Rusia las que iniciaron toda la catastrófica reacción en cadena que conducirá a la caída de Estados Unidos tal como lo conocemos.

Un día muy triste de hecho. Por otra parte, con los fanáticos del aborto de Estados Unidos volviéndose locos por el asesinato masivo de bebés, surge la pregunta de si un “reinicio” podría ser la única forma de restaurar los valores cristianos sobre los que se fundó originalmente Estados Unidos. Como escribe Michael Snyder, “se acerca
el fin de la civilización tal como la conocemos, y eso es realmente una buena noticia”.

¿Está en lo correcto? Sólo el tiempo dirá.