Blindados del Ejército en la frontera ceutí de El Tarajal

LR.- «No está en la agenda de este Gobierno sobre la OTAN el promover una enmienda del Tratado fundacional». Con esta escueta y tajante frase, el Ejecutivo cierra la puerta a solicitar a la Alianza Atlántica que mencione a Ceuta y Melilla explícitamente para garantizar, oficialmente y sobre el papel, que se encontrarían bajo el paraguas de seguridad aliado en caso de una hipotética agresión, como venían pidiendo, en diferentes términos, algunas formaciones políticas aprovechando entre otros la celebración de la Cumbre de la OTAN en Madrid el próximo mes de junio.

La respuesta del Ejecutivo, publicada el lunes el Boletín Oficial del Congreso de los Diputados y fechada el 30 de marzo, es para el diputado no adscrito del Grupo Mixto Pablo Cambronero Piqueras, quien el pasado 27 de febrero registró una pregunta en la Cámara Baja sobre la «inclusión específica de Ceuta y Melilla en la OTAN».

En ella solicitaba información sobre «la protección que tendrían de la OTAN las ciudades autónomas españolas en caso de ataque y la petición de su específica inclusión en el Tratado», pues en el artículo 6 del mismo se habla de que habrá una respuesta aliada conjunta en caso de agresión contra «cualquiera de las Partes en Europa o en América del Norte, contra los departamentos franceses de Argelia (fuera desde su independencia de Francia en 1962), contra el territorio de Turquía o contra las islas bajo la jurisdicción de cualquiera de las Partes en la zona del Atlántico Norte al norte del Trópico de Cáncer». Y Ceuta y Melilla, pese a estar por encima del Trópico de Cáncer, no son «islas».

En su exposición de motivos, Cambronero señala que «la invasión de Ucrania por parte de Rusia, además de ser una intolerable agresión ilegítima a la soberanía de un país, ha puesto de relieve el funcionamiento defensivo, que es la base de la creación de la OTAN».

«Dudas razonables»

Sin embargo, considera que, pese a todo, «existen dudas razonables sobre lo que el mismo tratado fundacional considera ataque ilegítimo a la soberanía de un estado miembro». Y va más allá al afirmar que, «en el caso particular de España, existen serias dudas de si su paraguas de protección incluiría a las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, que son territorio español en el continente africano».

Por todo ello, lanzaba la siguiente pregunta al Ejecutivo: «¿Va a solicitar España a la OTAN la específica mención de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla como territorio español, y por tanto de un estado miembro, susceptible de protección ante eventuales agresiones?». A lo que el Gobierno respondió hace 15 días con la citada contundente frase: «No está en la agenda de este Gobierno sobre la OTAN el promover una enmienda del Tratado fundacional». A lo que Cambronero contestó a través de Twitter: «A estos España les importa en cifras exactas 0».

Así que, al menos de momento, el Ejecutivo de Pedro Sánchez no valora la posibilidad de solicitar a la Alianza que tenga en cuenta esta tradicional reivindicación que ha vuelto a resurgir y que reclaman algunos partidos, sobre todo Vox, que ya ha presentado sin éxito varias iniciativas en el Parlamento para subsanar lo que consideran «una clara insuficiencia que España no puede permitirse».

«Temeridad»
Sin embargo, la respuesta que ahora da el Gobierno al respecto va en la línea de la opinión de la diputada del PSOE Zaida Cantera, quien aseguró a este periódico que pedir algo así sería una «temeridad» que podría «romper el consenso» que actualmente hay entre los aliados. «Ceuta y Melilla están bajo el paraguas de la OTAN. No hace falta una mención especial», apuntó.

Y, de hecho, coincide también con la de Miguel Ángel Gutiérrez, parlamentario de Ciudadanos (Cs), partido del que formaba parte Cambronero hasta marzo del pasado año 2021. Según este diputado, «en la OTAN no hay dudas de la españolidad de Ceuta y Melilla» por lo que «no hace falta» solicitar que se incluyan en el artículo 6 del Tratado de forma específica.

Otros diputados, como el popular Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, sí que consideran que hay que plantearlo, pero que «ahora no es el momento». Eso sí, no duda de que en caso de ataque, la defensa colectiva de la OTAN protegería las ciudades autónomas. Aunque sí que considera que se trata de una «laguna» que en algún momento debería solucionarse con, por ejemplo, la sustitución de la palabra «islas» por «territorios» en el citado artículo 6 del Tratado.

Y es que la mayoría de los partidos políticos españoles considera, por un lado, que esa defensa colectiva aliada cubre también a las ciudades autónomas españolas, aunque sea a través del artículo 4: «Las Partes se consultarán cuando, a juicio de cualquiera de ellas, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las Partes fuese amenazada». Eso sí, la ayuda podría no ser tan inmediata como si se invocase el artículo 5. Eso, al menos, a tenor del Tratado fundacional, pues en las cumbres que han ido celebrándose esos límites tan estrictos se han ido difuminando y en el Concepto Estratégico de 2010 (Lisboa) ya se hablaba de la Alianza como «un todo» sin delimitación territorial.

(La Razón)