Hoy he leído los lloriqueos de don Santiago Abascal, Asarta y otros voxeros de pro sobre Paracuellos, el bombardeo de Cabra o la injerencia del payaso presidente ucraniano en temas empresariales.

Es lo que se viene a ser el partido de los valientes a toro “pasao”.

¿Extrema derecha? No, extrema decepción y pena ver a la esperanza de muchos patriotas aplaudiendo al amigo y siervo de Soros, otro esclavo globalista.

Me recuerdan al canijo que pedía a los amigos que le agarrasen, no para no pegar al contrario, más bien para no recibir la paliza.

Si no tienes cojones, pilla el covid o te tuerces un tobillo, pero lo de ayer de Vox, tiene muchos nombres: comérsela doblada, agachar la cabeza, bajarse los pantalones, salir del armario o para gente más educada que yo, traicionar a tus votantes y los valores que dices defender de forma vergonzosa.

El valiente no calcula el rédito político, se actúa en conciencia y no se aparta del camino.

Quizás el problema de este partido y otros muchos es que la valentía sale por la puerta de la mano del hambre.

Igual sería conveniente que a don Santiago Abascal le embarguen su nuevo casoplón para que vuelva a tener hambre de verdad.

*Ex dirigente de Vox en Málaga