Mientras grupos feministas pensaban que Maduro iba a reivindicar la rebeldía progresista, el dictador chavista dijo que “la tarea más importante de una mujer es parir y criar a sus hijos”.

Durante un encuentro con feministas chavistas, el dictador Nicolás Maduro dio unas palabras ante una multitud de mujeres que participaron del evento.

Sin embargo, mientras muchos grupos de izquierda en el resto de Latinoamérica esperaban un discurso “deconstruido” o en contra del patriarcado, Maduro demostró una vez más lo lejano que está del progresismo “berreta” que hoy el Foro de Sao Paulo ha adoptado.

Al principio de su intervención, soltó lo que para muchos militantes del pañuelo verde fue una bomba: Aclaró que la principal tarea de una mujer en la vida es parir y criar a sus hijos.

“La mujer es fundamental. Sencillamente no existiera la sociedad, no existiera. ¡El mujerero de la revolución! La mujer, sabemos, tiene grandes tareas en la vida: la tarea de parir, de gestar, de parir”, dijo en el congreso que fue transmitido por VTV.

Maduro afirmó que las mujeres tienen la responsabilidad de “forjar, formar, criar, construir valores, todas las mujeres tienen en su inocencia profunda un sentido innato para proteger y amar a la humanidad, a los niños y a las niñas”.

No es la primera vez que Maduro se refiere a las mujeres de esta manera. En marzo de 2020 hizo un llamamiento a procrear masivamente. “¡A parir, pues, a parir! Todas las mujeres a tener seis hijos, todas!”, dijo.

Estos comentarios vienen luego de una serie de intentos de funcionarios chavistas por parecer “deconstruidos” y alineados a la nueva ola verde. El pasado 7 de julio, el ilegítimo presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, aprobó por unanimidad el uso del “lenguaje inclusivo” en el organismo.

“Las diputadas, los diputados y les diputades que estén de acuerdo en aprobar en primera discusión la Ley sobre la promoción y uso del lenguaje con conciencia de género, por favor manifestarlo de la forma acostumbrada…. Queda aprobada por unanimidad”, dijo.

El proyecto, que establece el deber de utilizar el lenguaje “no sexista” en todos los actos del Estado, en documentos judiciales, en el sistema educativo y en los medios de comunicación, nunca ha sido puesto en funcionamiento desde su aprobación.