VT- Una empresa de inversiones del hijo del presidente Joe Biden, Hunter Biden, fue uno de los principales patrocinadores de una empresa de investigaciones de pandemias que colaboró en la identificación y aislamiento de patógenos mortales en laboratorios ucranianos, financiada por el Departamento de Defensa de la administración Obama, según informes.

Un reporte exclusivo de The National Pulse, reveló que Rosemont Seneca Technology Partners (RSTP) -una filial de Rosemont Capital, fundada por Hunter Biden y Christopher Heinz- contaba con Biden y Heinz como directores generales. Heinz es el hijastro del ex secretario de Estado estadounidense y actual zar del clima, John Kerry.

Entre las empresas relacionadas con RSTP se encuentra Metabiota, una empresa con sede en San Francisco que busca detectar, rastrear y analizar enfermedades infecciosas emergentes.

De acuerdo con los informes financieros, RSTP lideró la primera ronda de financiación de la empresa en 2015, por un monto de 30 millones de dólares.

El ex director general y cofundador de RSTP, Neil Callahan (un nombre que también aparece muchas veces en el disco duro de Hunter Biden), forma parte de la Junta de Asesores de Metabiota junto con el ex funcionario de Clinton, Rob Walker, quien hablo (según muestra otro correo electrónico del disco duro de Hunter Biden), de ponerse en contacto con el Departamento de Defensa de Obama en relación con Metabiota.

En julio de 2021, The National Pulse reveló en exclusiva la conexión entre Metabiota, Hunter Biden y la Alianza EcoHealth, vinculada a la pandemia, que trabajaba estrechamente con el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Anthony Fauci y el notorio laboratorio de Wuhan.

“Hoy, podemos revelar en exclusiva una conexión oficial entre la empresa vinculada a Biden para la pandemia y los laboratorios biológicos con sede en Ucrania”, dijo The National Pulse.

Fotocopia de documento: “Nuevos correos electrónicos confirman los vínculos Metabiota/Departamento de Defensa de EE. UU. /Ucrania”. Fuente: The National Pulse.

A principios de marzo este medio reveló cómo estos laboratorios estaban manejando «patógenos especialmente peligrosos» a través de programas financiados por el gobierno de Estados Unidos.

Días atrás, fueron borradas diferentes páginas web, lo que muestra que “Obama dirigió un esfuerzo para construir un laboratorio biológico con sede en Ucrania que maneja patógenos especialmente peligrosos», según este medio.

El artículo borrado, del 18 de junio de 2010, el artículo «Biolab Opens in Ukraine» detalla cómo Obama, mientras era senador por Illinois, ayudó a negociar un acuerdo para construir un laboratorio de bioseguridad de nivel 3 en la ciudad ucraniana de Odessa.

Recuperado por The National Pulse, el artículo plantea serias dudas sobre la actividad del gobierno estadounidense en Ucrania, que se remonta a casi dos décadas.

Enfermedades zoonóticas

«2016 Reunión». Fuente: The National Pulse.

De acuerdo con el nuevo reporte de The National Pulse, un artículo del informe anual de 2016 del Centro de Ciencia y Tecnología de Ucrania (STCU) relata una «Reunión trilateral con Ucrania, Polonia y Estados Unidos de colaboración regional en materia de seguridad, protección y vigilancia biológica».

El artículo describe en particular una reunión de octubre de 2016 en la que participaron funcionarios militares estadounidenses y sus homólogos ucranianos para debatir la «cooperación en materia de vigilancia y prevención de enfermedades infecciosas especialmente peligrosas, incluidas las zoonóticas, en Ucrania y los países vecinos».

Los representantes de Metabiota, vinculada a Biden, asistieron a la reunión, justo cuando ya hacía aproximadamente un año de que los fondos de inversión de Hunter pusieran dinero en efectivo en la empresa.

Entre los asistentes también se encontraban:

K. Garrett, G. Braunstein, W. Sosnowski y J. Wintrol, por el Departamento de Defensa de EE. UU. [Agencia de Reducción de Amenazas de Defensa] (DTRA),); D. Mustra, Dr. M. Guttieri, S. Anderson, T. Borth y otros, en representación de las empresas Black & Veatch y Metabiota; Curtis «BJ» Bjelajac, director ejecutivo, y Vlada Pashynska, especialista principal, representaron a la STCU.

«La reunión se centró en los marcos existentes, la coordinación normativa y los proyectos de cooperación en curso en materia de investigación, vigilancia y diagnóstico de una serie de enfermedades zoonóticas peligrosas, como la gripe aviar, la leptospirosis, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo y la brucelosis», explica el resumen.

En otra página del sitio web de la STCU se detalla otra reunión entre representantes de Metabiota, científicos ucranianos y funcionarios del Departamento de Defensa de los Estados Unidos con el fin de aumentar la colaboración, mientras asistían a un taller sobre la peste porcina unos meses después.

Los contratos gubernamentales corroboran la relación de trabajo entre Metabiota, los laboratorios ucranianos y el Departamento de Defensa de EE. UU., ya que la empresa recibió una subvención de 18,4 millones de dólares de la agencia estadounidense en 2014.

Un total de 307.091 dólares, asignados a Metabiota el 25 de septiembre, fueron desglosados para «proyectos de investigación en Ucrania».

Al parecer, tras la subvención se publicaron varios artículos científicos -entre ellos los que aíslan cepas de patógenos mortales como el «virulento virus de la peste porcina africana»-.

Los investigadores, cuyo trabajo se describe como «financiado por la Agencia de Reducción de la Amenaza de Defensa de los Estados Unidos (DTRA) a través del Programa de Reducción de la Amenaza Biológica en Ucrania», aislaron la cepa del mortal virus utilizando un cerdo de Ucrania:

«Se recogieron muestras de tejido de un cerdo doméstico del brote de PPA número 131 en Kiev Oblast, Ucrania, en 2016. Las muestras se congelaron y el ADN total se extrajo por duplicado del tejido del bazo utilizando el kit de aislamiento de ARN Power Microbiome (Mo Bio) siguiendo el protocolo del fabricante».

‘Ántrax’

Además, un artículo de 2014, titulado «Spatio-Temporal Patterns of Livestock Anthrax in Ukraine During the Past Century (1913-2012)» (Patrones espacio-temporales del ántrax en el ganado en Ucrania durante el último siglo (1913-2012),) incluye como uno de los autores a Artem Skrypnyk, entonces afiliado a una rama de la empresa pandémica con sede en Ucrania.

«Nuestro principal objetivo era examinar la dinámica espacio-temporal de la enfermedad e identificar las zonas en las que el carbunco puede persistir en la actualidad», afirma el artículo, de acuerdo con The National Pulse.

«Examinar la epizootiología histórica de una enfermedad puede identificar la extensión geográfica de los focos ambientales, definir las áreas propensas a repetir los brotes y conducir a una mejor comprensión de los ciclos naturales de la enfermedad».

Skrypnyk también figura como científico de Metabiota en otros trabajos, como «Dinámica de los casos de ántrax en Ucrania durante 1970-2013», «Ántrax en perros» y «Vigilancia serológica del ántrax en jabalíes (Sus scrofa) en Ucrania».

Uno de los trabajos tenía como objetivo «comprender mejor la epizootiología del ántrax en Ucrania», a partir de recoger muestras de los focos de ántrax con fondos del Programa de Compromiso Biológico Cooperativo de la DTRA de EE. UU. en Ucrania.

«Analizamos muestras de suero de jabalíes recogidas en toda Ucrania para detectar anticuerpos contra B. anthracis y determinamos si los jabalíes expuestos estaban asociados a los focos de ántrax en el ganado», explica el artículo.

Skrypnyk, el investigador afiliado a Metabiota, trabajó como coordinador de proyectos veterinarios para la empresa vinculada a Biden antes de pasar a desempeñar su actual función de oficial técnico de laboratorios para la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Además, dos investigadores -Nataliya Mykhaylovska y Bradford Raymond Brooks- figuran como investigadores de Metabiota con sede en Ucrania en un documento titulado “ Implementación de un programa de formación regional sobre la peste porcina africana como parte del programa de compromiso biológico cooperativo en la región del Cáucaso” (Implementation of a Regional Training Program on African Swine Fever As Part of the Cooperative Biological Engagement Program across the Caucasus Region).

El citado documento hace incluso referencia a una oficina de Metabiota en Kiev, la capital de Ucrania, cuya existencia parece corroborarse con un resumen de la estructura operativa de la empresa.

«La huella internacional de la compañía incluye operaciones en 20 países y oficinas en San Francisco, Washington, Ucrania, China, Canadá y Sierra Leona», explica el resumen.

Además, los perfiles de Linkedin de antiguos empleados de Metabiota detallan el trabajo realizado por el puesto de la empresa en Kiev.

El antiguo Director Científico para Europa del Este, David Mustra, explica cómo «dirigió el equipo de Metabiota, compuesto por doce personas de nacionalidad ucraniana», y que fue también «Director de Biovigilancia e Investigación para el trabajo de Metabiota como subcontratista, bajo la dirección del contratista principal Black & Veatch (B&V), en el Contrato de Integración de la Reducción de la Amenaza Biológica (BTRIC) de la Agencia de Defensa (DTRA)».

También explica cómo la empresa se puso en contacto con «funcionarios del Gobierno de Ucrania», de organismos como el Ministerio de Defensa.

La revelación en torno a la participación financiera del hijo del presidente Joe Biden con los laboratorios biológicos ucranianos que experimentan con patógenos, animales y ántrax se produce después de que The National Pulse hizo público los vínculos de Metabiota con EcoHealth Alliance, una entidad clave en los orígenes de COVID-19 y los esfuerzos de encubrimiento.

La misma acusación es hecha por Rusia

El pasado jueves Rusia acusó a Hunter Biden de ayudar a financiar biolaboratorios en Ucrania, según Newsweek.

El gobierno ruso acusó al fondo de inversiones de Hunter Biden de ayudar a financiar los supuestos laboratorios biológicos del Pentágono en Ucrania.

Igor Kirillov, jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica de Rusia, dijo que la firma de inversiones con la que está relacionado Biden, Rosemont Seneca, ha sido implicada en la financiación del programa biológico en Ucrania.

«Los materiales recibidos nos han permitido rastrear el esquema de interacción entre los organismos del gobierno de Estados Unidos y los laboratorios biológicos de Ucrania», dijo Kirillov.

Añadió que Rosemont Seneca atrajo la atención debido a una supuesta «estrecha relación» entre el fondo y proveedores clave para «los biolaboratorios del Pentágono en todo el mundo».

Según la información del Ministerio de Defensa, que menciona Newsweek, el fondo cuenta con al menos 2.400 millones de dólares de capital de inversión.

El Ministerio de Defensa ruso publicó el jueves un diagrama titulado «Coordinación de los laboratorios biológicos y centros de investigación científica de Ucrania y Estados Unidos», según una traducción del Daily Beast. El gráfico detallaba cómo los biolaboratorios ucranianos están supuestamente conectados con las agencias estadounidenses y otras empresas, incluido el hijo del presidente Joe Biden.

El mismo tipo de reporte lo hizo el medio The Telegraph, y otros medios internacionales.

Operación militar especial de Rusia en Ucrania

La revelación del vínculo sobre el hijo del presidente Joe Biden, Hunter Biden, la empresa Metabiota para el aislamiento de patógenos mortales en laboratorios ucranianos, y el financiamiento del Departamento de Defensa de la administración Obama, se corresponde con las denuncias más recientes realizadas por Rusia, y por fuentes estadounidenses.

El 24 de febrero, Rusia inició una operación militar especial en Ucrania.

De acuerdo con el Ministro de Exteriores Serguéi Lavrov, la operación militar rusa en Ucrania permitió descubrir un gran número de pruebas, incluidos documentos del Estado Mayor ucraniano, relacionados con actividades militares y biológicas de los laboratorios estadounidenses en Ucrania.

«Se descubrieron documentos sobre la actividad biológica militar de los laboratorios de EEUU en Ucrania. Realizaron ensayos con las infecciones posibles que pueden transmitirse a los grupos étnicos que viven en el Este de Ucrania y las regiones de Rusia cercanas», según la embajada de Rusia en Panamá, en su canal de Telegram.

Asimismo, reveló que Rusia solicitó una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, a fin de abordar estas actividades estadounidenses en Ucrania en el marco de la Convención sobre armas biológicas, según la embajada de Rusia en Panamá, en su canal de Telegram.

El pasado 11 de marzo, el Representante Permanente de la Federación Rusa, miembro del Consejo de Seguridad, durante la reunión el Consejo dijo que «mientras Rusia está llevando a cabo una operación militar especial en Ucrania», había «descubierto hechos realmente impactantes de una limpieza de emergencia por parte del régimen de Kiev de los rastros de un programa biológico militar que está siendo implementado por Kiev con el apoyo del Ministerio de Defensa de Estados Unidos».

En varias oportunidades en las últimas semanas, Rusia ha denunciado la presencia de estos laboratorios.

A principios de marzo, el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, indicó que recibieron información de los empleados de los laboratorios biológicos ucranianos, de que el 24 de febrero se habían destruido urgentemente patógenos especialmente peligrosos: peste, ántrax, cólera, tularemia y otros agentes infecciosos de enfermedades letales.

Estados Unidos admitió que estos laboratorios existen.

Durante una audiencia en el Congreso el 8 de marzo, Victoria Nuland, la Subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de Estados Unidos, admitió que Ucrania tiene efectivamente armas químicas.

Victoria Nuland, declaró ante el Senado de Estados Unidos que el gobierno estadounidense está preocupado por la posibilidad de que las instalaciones de investigación biológica caigan en manos rusas como consecuencia del actual conflicto en Europa del Este.

Sin ninguna prueba, alegó que las tropas rusas podrían apoderarse de los laboratorios para montar ataques químicos y culpar a Ucrania.

Lo mismo hizo, la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jens Psaki, reiteró esta especulación un día después en Twitter.

El 10 de marzo, el Ministerio de Defensa ruso subió a su cuenta de Twitter otro informe en el que se detallan «las actividades biológicas militares de Estados Unidos en el territorio de Ucrania», que incluía una serie de documentos que apoyaban su afirmación.

Linda Thomas-Greenfield, Representante Permanente de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, señaló que, en febrero, el Secretario de Estado Antony Blinken «expuso con trágica exactitud lo que Rusia estaba a punto de hacer».

«Advirtió específicamente que Rusia fabricaría un pretexto para atacar e incluso advirtió que Rusia fabricaría alegaciones sobre armas químicas o biológicas para justificar sus propios ataques violentos contra el pueblo ucraniano. Hoy el mundo está viendo cómo Rusia hace exactamente lo que nosotros queríamos que hiciera», dijo.

Tras las denuncias de Rusia, y contradiciendo a la subsecretaria Victoria Nuland, el 21 de marzo, el presidente Joe Biden en una cumbre de la Mesa Redonda de Negocios, dijo que las acusaciones de Rusia de que Ucrania alberga biolaboratorios estadounidenses «simplemente no son ciertas».

«Cada vez que empieza a hablar de algo que cree que la OTAN, Ucrania o Estados Unidos está a punto de hacer, significa que se está preparando para hacerlo», dijo Biden. «No es una broma».