Alejandro Urteaga de Manuel

AD.- No le fue difícil a Santiago Abascal dar con Alejandro Urteaga de Manuel antes incluso de que Vox comenzara su andadura en 2014 como partido político. Fue el presidente de honor del partido verde, José Antonio Ortega Lara, quien habló al de Amurrio de este héroe de la Benemérita, uno de sus agentes más condecorados, y también una víctima de la banda terrorista ETA.

Él mismo nos cuenta cómo fue el atentado que sufrió de ETA en noviembre de 2000, en el cuartel de Irún: “Yo regresaba al cuartel de llevar a mi hijo a la guardería. Lanzaron siete granadas. Tan solo me afectó a mí, al caer a mi lado.”

El atentado le provocó heridas graves, que le ha dejado una minusvalía del 80%. Desde entonces ha sido intervenido quirúrgicamente en 19 ocasiones: “Me tomo casi veinte pastillas diarias contra el dolor. No estoy en silla de ruedas, pero ando con bastón. En unos meses me pondrán una prótesis en una de las rodillas. Me han operado de la espalda, la nariz, el cuello, me han quitado el bazo y la vesícula…”

No contento con ello, apareció como objetivo del ‘Comando Donosti’, motivo por el que tuvo que abandonar junto a su familia el País Vasco en 2002, donde fue destinado voluntariamente una década antes: “Aquello afectó mucho a mi mujer. Actualmente sigue medicada y con atención psicológica, porque lo pasó muy mal. Mis hijos por suerte eran pequeños, pero el mayor también sufrió mucho.”

La década en la que Alejandro Urteaga estuvo destinado en el País Vasco, primero en Intxaurrondo, en la Fiscalía Antidroga y luego en Irún como escolta de políticos del PP y del PSOE amenazados por ETA, fueron muy complicados: “Yo pedí el traslado voluntario porque entendía que todos los guardias civiles debíamos pasar por allí para luchar con los que defendían la democracia. Fueron años durísimos. Lo peor era el ambiente en las calles. A mi mujer, que es de Irún, la echaron del trabajo cuando supieron que se había casado con un Guardia Civil. El ambiente era de odio”.

Urteaga, a la derecha, junto a Santiago Abascal.

Alejandro Urteaga sí tuvo al menos el reconocimiento a una existencia dedicada al servicio permanente de los españoles. El 11 de octubre de 2019 vivió uno de los momentos más emotivos de su vida al serle impuesta la Medalla al Mérito de la Guardia Civil con Distintivo Rojo, la más alta condecoración a un agente de la Guardia Civil con vida.

No es por tanto extraño que, tras conocer el heroico historial de servicio a la patria de Urteaga, Abascal le propusiera ingresar en el proyecto político que terminaría representando las expectativas de cambio (luego frustradas) de muchos patriotas españoles alejados de los partidos tradicionales. Nuestro protagonista fue de los primeros en afiliarse a un partido en el que por entonces pocos creían. Se trata del militante número 161, lo que sin duda certifica su compromiso genuino con los valores que decía representar el partido de Abascal.

En 2015, cuando los que hoy nutren mayoritariamente las filas de Vox estaban al acecho de algún beneficio personal en otros partidos, Abascal le propuso encabezar la lista del partido verde en  las elecciones a la Asamblea Regional de Murcia. Urteaga aceptó con el mismo espíritu de servicio que le ha caracterizado siempre y que lo definen como una buena persona. La ilusión de entonces se ha trocado hoy en decepción. Alejandro Urteaga ha decidido poner fin a su relación de ocho años con Vox, el partido al que siempre sirvió con ejemplaridad sin pedir nada a cambio. Él mismo explica la razones en una carta enviada a nuestra redacción y que reproducimos para ustedes:

“Después de más de 8 años trabajando por y para VOX, número de afiliado 161, desde el primer día del nacimiento del mismo. Ayer ya me llegó después de solicitarla mi baja definitiva del partido. Han sido unos comienzos muy duros, muchos días trabajando todo el día, muchos días recogiendo avales para poder presentarnos a las elecciones, cambios de sede, rellenar las papeletas de las elecciones, colocar sillas, merchandising, mítines, mesas en la calle con frío o calor… me llevo buenos amigos y muy buenos momentos. Pero también muy malos en los últimos tiempos.

Nunca nada he querido y lo dije desde el primer día, y no por falta de capacidad, sino porque siempre he creído que yo, con mis secuelas del atentado y mi pensión, tenía suficiente y era quitarle la oportunidad a otra persona que sí podía tener la ocasión de cobrar. He tenido muchos y muy distintos puestos, renuncié a ellos el año pasado, visto lo visto. Ahora está entrando mucha gente nueva, bueno hace ya un tiempo, muchos vienen del PP, de Cs, entre otros. Viendo que ya no tenían oportunidad se han venido a VOX; por consiguiente, estas personas no son gente de partido ni van a luchar por él, al menor problema, o cuando tengan una oferta mejor, dirán adiós.

En fin, que como he dicho, me quedo con los buenos momentos que he pasado y también con los amigos que me llevo y con muchas de las personas que he conocido”.

Fuga de cargos

El adiós de un histórico de Vox en la Región de Murcia se une a la catarata de cargos que están abandonando el partido verde en las últimas semanas. Solo en Málaga han causado baja o dejado de pagar sus cuotas más de mil militantes en menos de un año. Muchos preparan su regreso al PP. “Al final han terminado por hacer bueno al principal partido de la oposición”, remata uno de ellos.