Fervores de lacayo
España no es un aliado, fiable o no, de la OTAN. Sus gobiernos la han reducido a una posición típica de lacayo, que se declara amigo y aliado de potencias que la humillan permanentemente ocupando un trozo estratégico de su territorio, instalando bases militares innecesarias y protegiendo a una tiranía que amenaza permanentemente con invadirnos. Esta es la posición real a la que han reducido a España los gobiernos PP y PSOE, casualmente los mismos que han fomentado un proceso de disgregación interna cuyo último episodio por ahora ha sido el golpismo del separatismo catalán, en rebeldía permanente. Los gobiernos de esos nefastos partidos se sienten “amigos y aliados” de los que nos humillan y amenazan y quieren hacer de España un país lacayo “fiable y leal”. Con su Triple M han extendido la idea fundamental de que España no es un país serio, y por tanto lo único, incluso lo mejor que puede hacer es el papel de sirviente de otras potencias. La idea o impresión está tan interiorizada y generalizada que casi nadie percibe siquiera el problema.
Esa actitud de criado leal se percibe en los “análisis” y reacciones casi unánimes de políticos y periodistas con motivo del conflicto OTAN-Rusia en Ucrania. Ni por un instante se les pasa por la cabeza examinar la posición de España, dan por hecho que no puede ser otra que la mencionada. En su chifladura exaltada, les importa un bledo el dato de que España no tiene conflictos con Rusia, como sí los tiene con sus “amigos y aliados”, por cuenta de los cuales llevan años hostigando a Moscú. Ni siquiera entienden que la retórica y la política antirrusa de Zelenski es exactamente la misma que la de los separatistas catalanes contra España.
Y partiendo de ahí exhiben un entusiasmo desaforado por una intervención militar porque “Ucrania defiende la libertad de todos”, “Rusia siempre ha amenazado a Europa”, etc… Después de todo, así se ha hecho en Libia, Irak, Afganistán, indirectamente en Siria, etc. Y hasta amenazan a quienes no les sigamos la corriente. Pero sus amos saben que Rusia no es Libia y, con una pizca más de juicio o de cinismo, declaran que el conflicto de Ucrania no es el suyo… después de haberlo incentivado. Queda, claro la opción para todos de arruinar a Rusia y llevarla, como decía un loquillo “a la edad de piedra”. Es probable que la operación no les salga bien, pero la intención está clara: si pudieran generarían un hambre masiva en ese país. Y los lacayos se consuelan con este sucedáneo de la intervención militar, exigiendo más y más sanciones.
En fin, España se encuentra en una posición real semejante a la de las dos guerra mundiales. Si esta crisis no sirve para fundamentar una política de neutralidad en conflictos que no nos atañen de modo esencial, no servirá de nada.












Lo peor, es que nadie “recuerda”, la presencia de la bandera de Estados
Unidos (supuestamente aliado de España ), en la toma , por los Marroquies
de lo que antes se llamaba Sahara español.
Segùn dicen algunos medios “informativos”, Rusia parece que apoya
a los separatistas catalanes, y los Estados Unidos, han fomentado los
separatistas cubanos y los del Sahara (antes español)- (ahora saltos de
frontera continuos en Ceuta y Melilla). ¿De quien son aliados los EE. UU.
de Marruecos o de España.?.
Parece que con “amigos” como estos, España no necesita enemigos.