Cataluña es una cloaca social y un pudridero moral. Frente al despliegue descarado de tanta degradación, la sociedad catalana gime sin fuerzas, entregada a sus verdugos, doblegada antes la ola de pestilencias que la están ahogando, asfixiada en el aire empozoñado por tanta depravación. No concebimos esperanza alguna de que esta gente pueda cambiar. Nos preguntamos cómo se puede vivir en una permanente orgía de pudrición y de maldad. Y lo peor es que se trata de la opción de vida que ellos han elegido libremente.

El portavoz de Stop Gordofobia Adnaloi Vila ofreció una charla en calzoncillos el pasado 8 de marzo en la delegación de la Generalidad en Bruselas. El acto estaba organizado por el Casal Català de Bruselas en cooperación con la Generalidad.

Vila, que se define como una persona trans no-binaria, explica en su cuenta de Twitter que la delegación de la Generalidad, que dirige el ex delegado en Madrid y ex candidato de Junts Gorka Knörr, “cedió el espacio al Casal para dar la charla, pero no puso dinero”. “El Casal me pagó los vuelos y la estancia”, ha remarcado.

Además se queja de la foto que publicó la delegación en su cuenta oficial de Twitter sobre el acto: “Ponga también la foto de cómo termina la charla, que es más bonita e interesante. Y sería también más representativa de un 8M que la foto de un señor ocupando espacio y explicando cosas desde la tarima de un acto que no es suyo”.

Por último, Adnaloi Vila defiende que diera la charla en calzoncillos porque “mostrar un cuerpo no-normativo (trans, gordo, con cicatrices, estrías…) y seminuevo en un sistema gordofóbico que censura a los cuerpos disidentes, es un acto revolucionario”.