“La Puri” y “el peineta” exhiben su talentosa comicidad en Vox Málaga
AD.- Este nuevo Vox Málaga de Patricia Rueda y su calzonazos Antonio Sevilla tiene muchas variantes. Exhibe la parte jaimitesca, la vertiente Carlos Arniches, la opción kafkiana y ayer se estrenó la vía Mortadelo y Filemona. O “mear y no echar gota”, según se prefiera.
Hemos mantenido, y los hechos no hacen sino ratificar nuestros puntos de vista, que los nombramientos en Vox Málaga responden a la voluntad propia de la camarilla que controla el partido-chiringuito. Personas que a lo más que aspirarían en la empresa privada es a un puesto de cajera en un supermercado, han ingresado con mando en plaza en Vox por razones que no alcanzamos a suponer. O sí, pero preferimos callarnos.
La rústica Purificación Fernández ha llegado al delirio cómico en las últimas horas. La coordinadora zonal acusa al PP de copiar las iniciativas de Vox Málaga, como si Vox Málaga tuviera otras iniciativas que la escenificación de lo grotesco como norma de conducta. En un alarde de ingenio, o quizás rememorando sus pocos aprovechados años en el colegio, la licenciada Fernández ha escrito: “CoPPietas”. Este es el nivel. Así que ya sabemos, porque la licenciada Puri nos lo ha dicho, que el street marketing lo ha inventado Vox Málaga. ¿De verdad creen estos tipos y tipas tan ridículos y ridículas que en el PP están pendientes de ellos y que suscitan otra cosa en la fila de los populares que risa y vergüenza ajena? Y es que lo gracioso de estos pellas no es su irrelevancia política y social en Málaga, sino que se sobrevaloren tanto como para creer que alguien con un par de neuronas tomaría en cuenta sus cómicas ocurrencias.
Antonio Alcázar es un buen ejemplo. El pobre Alcázar, el mismo que dedicó una ‘peineta’ a compañeros críticos de su partido, sueña con removerle el sillón municipal al PP en la capital malagueña. ¡Tiembla Paco de la Torre! ¡Hay que ser ridículo! A uno le entra la risa cuando el petimetre acusa a los populares de plagiarles a ellos, precisamente a ellos, que tienen menos luces que el coche de los Picapiedra y menos imaginación que un chef de Mc Donald’s. Porque hay que ser tonto (políticamente, claro), pero tonto, muy tonto, para alcanzar a creer que un mindundi puede tener siquiera la opción de entrar en el Ayuntamiento, y mucho menos de toserle al legendario de la Torre. Sepa el lechuguino que no he conocido a un solo miembro del PP que sepa siquiera de su existencia.
No crean que estos lumbreras desmayarán en su empeño esperpéntico. Mañana seguramente se erigirán en protagonistas de otra historieta todavía más cómica que la anterior. ¿De dónde ha salido esta gente? Esta no es la gente con la que no uno se cruza habitualmente por la calle.
La próxima vez les sugerimos que se manifiesten con una nariz de espuma, como las que utilizan los payasos en los circos. Al menos así serán más originales y no tendrán que camuflar su verdadera vocación.
Lo primero que debe hacer el peineta, es un cambio de imagen, un corte serio de pelo, un traje sin brillos, saber que la corbata sin chaqueta no se usa o corbata con mangas arremangás, los zapatos, esos zapatos que gasta. Es un paleto y supuestamente nos representa..¡que algún amigo en el partido se lo diga, es necesario! Y a ella..también con esa melena tan larga para su edad con esa ropa tan barata y tan fea y que la enseñen a hablar.jajaja, ¡ son dignos de chirigota!
El único evento en el que tuvo un protagonismo y podía haber destacado al ser el coordinador de Marbella fue cuando estuvo Ortega Smith en el Palacio de Congresos. Su actuación: FRACASO TOTAL, hubo que cerrar lis laterales pues no fue nadie de Marbella, aún así Lara siguió apostando por Alcázar, el porqué una incógnita igual que lo de Rueda. Esperemos que algún día lo cuente.