Rocío Monasterio.

Ignacio Arsuaga*.- La presidenta de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, anunció ayer el resultado de su negociación con Ayuso. Y su promesa de derogar las leyes de género (LGTB y Trans) ha desaparecido del mapa.

Estas fueron las declaraciones de Rocío Monasterio en la Asamblea de Madrid unos días antes de olvidarse de su compromiso:

“En Madrid están vigentes unas leyes de género propias de la izquierda más radical. Soy capaz de entender que su anterior socio [Ciudadanos] no le dejara derogarlas, pero nosotros sí se lo vamos a exigir.”

Vox tenía en sus manos la llave para haber desactivado, por primera vez, dos de las leyes fundamentales de la izquierda radical. Tenía en sus manos al PP, que es uno de los motivos por los que tantos ciudadanos le votaron. Y entonces…

Entonces Rocío Monasterio se levantó de la mesa de negociación sin tocar ni una coma de las leyes de género aprobadas por el PP de Cifuentes, con el apoyo del PSOE y de Podemos:

Vox llegó muy bravo a la mesa negociadora de los presupuestos regionales madrileños, comprometiéndose con sus votantes a derogar las leyes de género.

Rocío Monasterio fue rotunda en la defensa de los valores de sus votantes:

“Vox exige a cambio varias contrapartidas, entre ellas derogar las leyes de género aprobadas durante el Gobierno de Cristina Cifuentes por considerar que vulneran la presunción de inocencia, son discriminatorias y atacan la libertad de expresión de quienes se oponen a la ideología de género, según explican fuentes de Vox.”

¡Impecable!

“Si la señora Díaz Ayuso cree de verdad en la libertad, no tendrá ningún problema en aceptar muchas de nuestras peticiones. Además, el líder de su partido, el señor Casado, se ha comprometido a derogar todas las leyes ideológicas de la izquierda. En Vox se lo ponemos fácil. Les facilitamos el camino para que se empiece en la Comunidad de Madrid con la derogación de las leyes LGTBI.”

Pero ahora, toda esa fuerza, toda esa rotundidad, ha quedado incomprensiblemente por los suelos. Señora Monasterio:

¿Por qué se ha rendido en la cuestión que, según Vox, era fundamental en esta negociación?

¿Por qué, tras anunciar que apoyan los presupuestos del PP, se han quedado voluntariamente sin la fuerza de negociación que tenían hasta ahora, convirtiéndose en muletas del Partido Popular?

¿Cree usted que sus votantes la eligieron para rendirse en uno de los asuntos más fundamentales de la batalla cultural contra la izquierda?

Vox ya había renunciado a importantes líneas rojas, como a exigir medidas contra el aborto, la memoria histórica, o el pin parental, y solo se centraron en una única batalla ideológica de calado: las leyes LGTB. ¿Y ni eso han sido capaces de conseguir?

Responda públicamente, señora Monasterio, explíquese ante sus votantes. Porque lo que ha hecho hoy ha sido darle una alegría al señor Casado, a los progres del PP, al lobby LGTB y a toda la izquierda radical.

*Presidente de Hazte Oír