La entrada del cementerio de Torrent, capturada por Google Maps / Google Maps

El Día de Todos los Santos se ha teñido de sangre en Torrent por un tiroteo que ha dejado dos muertos, uno de ellos por un infarto, cuando miembros de un clan de etnia gitana han disparado con armas cortas contra dos hombres de una familia con la que mantienen un despiadado enfrentamiento desde hace años.

Fuentes policiales confirmaron inicialmente que había varias personas heridas con impactos de bala, pero poco después informaron del fallecimiento de los dos hombres. Una de las víctimas es un anciano de 79 años, ajeno a la disputa entre los dos clanes, que falleció tras sufrir un infarto. Otro hombre de 45 años ha muerto tras recibir varios disparos y su hijo, un joven de 20 años, ha resultado herido de bala.

Tras recibir el aviso del tiroteo, varias patrullas de la Policía Nacional y la Policía Local de Torrent se han desplazado con urgencia al lugar, así como cuatro ambulancias del Servicio de Ayuda Médica Urgente (SAMU y Soporte Vital Básico (SVB).

Gritos y tensión en el cementerio

Las personas que se encontraban en el cementerio parroquial de Torrent han vivido momentos de gran tensión y nerviosismo tras escuchar los disparos. Los alrededores y la puerta del camposanto se han llenado de coches patrulla y ambulancias en muy pocos minutos.

Poco después de las detonaciones, los testigos han oído los gritos desgarradores de una mujer, familiar de una de las víctimas, y han visto cómo corrían varios individuos hacia la salida del cementerio. Eran miembros del clan de los ‘Bocanegra’, los presuntos autores del tiroteo, según las primeras investigaciones policiales y los testimonios de los familiares de las víctimas.

Los agentes de la Policía Nacional y Policía Local, junto a los miembros de Protección Civil, han cortado el acceso al camposanto al que se dirigían los torrentinos para visitar os nichos de sus seres fallecidos. Todo eran comentarios y preguntas al aire: « ¿Entonces no podemos ir al cementerio?», preguntó una mujer a un policía local sin bajar del coche. «¿Y esta tarde?», añadió. El agente contestó que había sucedido «un hecho muy grave» y que no podía decirle nada más.

Pocos minutos después llegaron los agentes del Grupo de Homicidios y de la Policía Científica, que hablaron con los testigos e iniciaron la inspección ocular en el lugar donde estaba el cadáver. Otro policía comentó a un compañero que esto «aún no ha acabado» en referencia a posible represalias de los familiares de las víctimas.

Mientras los investigadores recababan datos, recogían los casquillos y hablaban con testigos del tiroteo, un trabajador desalojó a las pocas personas que todavía se encontraban en el cementerio y decenas de vehículos circulaban por la rotonda de acceso al camposanto sin poder entrar al aparcamiento.

Según las primeras investigaciones policiales, el tiroteo es una venganza por otro enfrentamiento a tiros que tuvo lugar en 2016 en Torrent, cuando cuatro personas resultaron heridas en el barrio del Xeni llet. En aquella ocasión, la rápida actuación de la Policía evitó que una multitud linchara a uno de los sospechosos de participar en el tiroteo de un hombre y su hijo.

Los dos clanes que se enfrentaron en febrero de 2016 residían en el barrio del Xenillet a 50 metros de distancia. Aquellos hechos ya fueron juzgados con la absolución de tres varones por no poder probar que fueron autores de los disparos.

No es el primer enfrentamiento entre los dos clanes y tampoco en el Día de Todos los Santos. En 2018, la Policía Local de Torrent recibió el aviso de que en el interior del camposanto se había producido un tiroteo. Varias patrullas acudieron con urgencia al cementerio, como ha sucedido hoy, y los agentes comprobaron que no había ninguna persona herida por disparos, pero pudieron constatar que ambas familias se habían amenazado.