La crónica negra nos lleva en esta ocasión a la pequeña localidad riojana de Lardero, un pueblo de diez mil habitantes al que en la jornada de ayer una desgracia sacudió por completo. Un joven de nueve años edad desaparecía y posteriormente era hallado muerto en uno de los bloques de edificios del pueblo.

El pequeño Alex, estaba disfrazado por motivo de Halloween, y se encontraba en una celebración familiar en un local de la zona cuando salió a jugar al parque junto al menos otro menor. Varios testigos habían visto cómo un hombre se llevaba al niño mediante “engaño”, tras lo que la Guardia Civil y la Policía Local de Lardero se dirigieron al lugar. A los pocos minutos, una patrulla de la Guardia Civil dio aviso para que se llamase a una ambulancia al encontrar al menor en estado muy grave e inconsciente junto a un varón.

Carlota es una de las vecinas del barrio sacudido por la tragedia, y en la mañana de hoy, ha contado hoy en COPE el sentir y el padecer de un lugar sacudido por una situación tan excepcional como desdichada. “Estamos consternados, no damos crédito” expresaba en un tono de voz revelador mientras contaba lo sucedido; “este hombre llevaba un año viviendo en el barrio, pero sabíamos poco de él, algo que nos llamaba la atención”.

Este hombre tenía antecedentes por dos condenas previas por asesinato y agresión sexual, situación que nadie sabía en Lardero. “Era chocante porque estaba aislado, era extraño y tenía comportamientos muy raros”. Cuenta Carlota con el dolor propio de un pueblo unido ante lo sucedido.

Sin embargo, el tipo ya había intentado previamente realizar actos similares; “lo había intentado previamente, ya había llamado antes a algún niño, pero por suerte nunca acudieron”. Uno de esos jóvenes fue la hija de la propia Carlota, de siete años de edad. Mientras un grupo de chavales jugaba al fútbol en el parque, la pelota se escapó a la zona en la que se encontraba el hombre. “Mi hija fue hacia la pelota y el hombre la llamó ofreciéndola que le acompañara, que iba a enseñarle una cosa”, la joven rehusó la oferta y junto a su amiga fueron corriendo a contarlo. Desde ese momento llamaron a la policía, con la descripción del tipo para tratar de localizarlo, pero no lograron verlo ni identificarlo.

Al preguntarle a Carlota por si conocía el procedimiento con el que logró embaucar al pequeño Alex, afirma que “fue similar”. El joven acompañado de una amiga, estaban disfrazados por la fiesta de Halloween, cuando el tipo entró en escena; “se acercó y les dijo que tenía una mascota y si querían verla”. La niña rechazó la oferta, pero el pequeño cayó engañado y acudió.

La muchacha dio el aviso con rapidez, de lo que estaba ocurriendo. “Todo el pueblo se unió para buscar a este tipo, todo pasó muy rápido”. Carlota relata que hubo “mucha mala suerte”, porque empezaron a buscar en el portal 6 y al parecer el suceso estaba ocurriendo en el número 5. “Uno de los pequeños dijo que era en el número 5 y acudimos con rapidez, por desgracia cuando llegamos era demasiado tarde”.

Al preguntarle por el procedimiento, Carlota cuenta que “debió subir al niño a su casa cuando encontraron el cuerpo sin vida de Alex en el ascensor”. La vecina de Lardero cuenta con impotencia lo rápido que acontecieron los hechos. “Todo pasó en 45 minutos, nada más”. Era la noche, las 20:30 del 28 de octubre en esta localidad de La Rioja, teñida de los tintes de la desdicha y la inmisericorde.

“Nos tomabais por locos y ahora venís a protegerlo”

Francisco Javier Almeida López, es el nombre de la persona que estaba junto al cadáver del pequeño Alex de nueve años. El hombre ya cumplió pena de prisión por un delito de asesinato ocurrido en Logroño en 1998, cuando sometió y dio 17 puñaladas a una mujer, hasta causarle la muerte. A consecuencia de este asesinato, el individuo fue condenado a 20 años de prisión por asesinato con alevosía y a 10 más por agresión sexual.

El presunto asesino salió en un coche de la Guardia Civil del garaje del edificio entre los gritos y los insultos de un pueblo volcado y unido por la magnitud de la desgracia. Durante varios minutos, los concentrados han increpado a los agentes, a los que han reprochado que protejan al detenido y han pedido que les dejasen entrar para “lincharlo”. Varios de estos vecinos han asegurado frente a los agentes que ya habían advertido de que el detenido había intentado en otras ocasiones llevarse a niños de la zona. “Nos llamabais locos y solo veníais dos y ahora ha tenido que morir un niño para que vengáis todos a proteger al asesino”, ha afirmado una vecina a los agentes.

Testigos presenciales han explicado a periodistas que en la zona había “inquietud” por la presencia habitual de este hombre que, según ellos, habría salido de la prisión en 2020. El detenido ha sido trasladado a las dependencias de la Guardia Civil en Logroño.