La ministra de Igualdad, Irene Montero

Escandaliza que Irene Montero siga siendo ministra de Igualdad. El despreció que mostró ante los periodistas por la violación de una joven en Reus por una pequeña manada de magrebíes, debería llevar a la vicepresidenta Yolanda Diaz a expulsarla de Podemos y pedirle al presidente con el que se paseaba ayer por los jardines de Moncloa para escenificar la buena sintonía de la coalición, que la cese para que pueda volver a ser cajera en una tienda de electrodomésticos o, simplemente, vivir de las rentas que ha amasado junto a su pareja en estos años en que han compartido escaño y banco azul. Ni una sóla palabra en defensa de esta mujer y mucho presumir de su lucha contra el fascismo. Y es que la joven de Reus llevaba una camiseta con las siglas de VOX y por lo tanto no tiene derecho a ser defendida por esta ignorante enciclopédica que ha llegado a su punto máximo de incompetencia subida a la chepa del contertulio del odio”

Lo de Igualdad es una broma pesada. Sería mejor rebautizar el departamento que okupa, con K, como el ministerio del sectarismo que impregna todo el gobierno. Cómo pretenden las feministas de cuota que tengamos la más mínima simpatía por ellas. Ese feminismo que distingue entre víctimas dependiendo de su ideología es el que está haciéndole un daño incalculable a las mujeres y su más que merecida promoción en la vida social y laboral. Irene, chica, por qué no sigues el camino del padre de tus criaturas y dejas de ofender la inteligencia de los españoles que pagamos con nuestro impuestos tu sueldo, tu coche, tu asistenta y vete a saber que más”, ha señalado.