Las farmacias tienen un producto estrella que, literalmente, se lo arrebatan de las manos. Seguramente más de uno adivinará que hablamos de los test de antígenos que, desde que se abrió la veda para su adquisición sin necesidad de presentar una receta médica, vuelan de los mostradores. Pero ¿sabemos cómo funcionan exactamente y en qué momento pueden desempeñar un papel fundamental?

¿En qué consisten?

En este tipo de pruebas no se precisa la intervención de un laboratorio y el resultado se puede obtener en tan solo quince minutos. En concreto, al igual que en una PCR, se usa un hisopo para tomar una muestra del fluido de la nariz. Este test ofrece una elevada sensibilidad durante los primeros días de la infección.

Sin embargo, sí que es cierto que no son tan sensibles como una PCR y ello puede derivar en un falso negativo.

¿Qué miden?

Estos test de autodiagnóstico confirman la presencia del virus midiendo la presencia de sus proteínas o antígenos.

En concreto, y a pesar de que podemos incurrir en tecnicismos, te podemos hablar de que estas pruebas detectan la partícula viral de los coronavirus que consiste en una nucleocápside formada por el genoma viral de ARN asociada a proteínas de nucleocápside (N) que se encuentra rodeada de una envoltura compuesta por las proteínas virales espiga (S), de envoltura (E) y de membrana (M).

¿Cuándo hay que utilizarlos?

Debemos utilizarlos en cuanto sospechemos un posible contagio. Aunque mucha gente recurre a ellos porque tiene previsto visitar a un familiar de riesgo o tras el regreso de unas vacaciones puesto que quiere asegurarse de que todo marchará sobre ruedas.

De esta manera, los test de antígenos se han vuelto muy populares y altamente codiciados por su tremenda utilidad.

Se estima que con ocasión de los primeros tres días su fiabilidad es del 100 %, y desciende un poco durante los días 4 a 7 hasta un 90 %, aunque todo dependerá del modelo que tengamos en nuestras manos.

Pero conviene recordar que esta prueba no sirve para reconocer la presencia de anticuerpos, solamente si el individuo se encuentra infectado en ese preciso momento.

¿Valen para poder viajar?

Pueden usarse donde consideremos. De hecho, muchas personas adquieren sus test de antígenos con ocasión de un viaje para tenerlo todo bien atado y tener a mano una prueba rápida y eficaz que les permita diagnosticar un caso de COVID-19 de la manera más sencilla posible.

Diferencias con otros tipos de pruebas

Su ventaja con respecto a las famosas PCR es que permiten obtener el resultado en 15 minutos y de una manera sencilla en nuestra propia casa dado que las muestras no tienen que ser remitidas a ningún laboratorio.

No obstante, si la prueba saliera positiva debemos ponerlo en conocimiento de nuestro centro de salud pues será necesario efectuar una PCR que confirme este primer resultado, además de recibir atención médica en caso de ser necesario.

Además, estamos obligados a notificarlo ya que estamos ante un problema de salud pública que concierne a todos.