El día que Pablo Ariza Sáenz de Tejada escribió una carta contra la concejala de Vox en Benalmádena que acabó en el Comité de Garantías
Es uno de los mandamases de Vox en la Costa del Sol occidental pese a que su popularidad entre los afiliados es inversamente proporcional a una barriga cervecera. Pablo Ariza Sáenz de Tejada (él antepone el apellido materno al del padre) puede terminar metiendo a su partido en un monumental embrollo si no se pone fin a la ‘Operación Pasma’ para la destitución del coordinador del partido verde en Mijas, el empresario Alberto González. Ariza no está solo en su obsesivo objetivo de decapitar políticamente a González. Le sigue en la irresponsable aventura el ex policía Antonio Luna, miembro del CEP y concejal en el Ayuntamiento de Fuengirola. El gran damnificado por la “Operación Pasma”, ya lo advertimos, puede ser el coordinador de Vox en Andalucía, Jacobo Vázquez. Este oscuro asunto puede terminar explotándole a él. Si se consuma el aquelarre, sabrán los lectores por qué.
Miembros de la dirección nacional, entre tanto, desautorizan a los promotores de la cosa y dicen no tener nada contra González, y mucho menos que la caza de brujas que sufre haya sido ordenada desde Madrid. De no ser por Javier Ortega Smith, la Gestora de Málaga ya habría sido disuelta hace meses, que es lo que pretende Santiago Abascal desde el mes de marzo.
Vox Málaga es acftualmente un partido conformado por tribus mal avenidas. La Plataforma Antigestora crece imparable y los escándalos se suceden sin descanso. Las deslealtades de unos con otros son ya la forma de convivencia enraizada en el ecosistema del partido. Precisamente, la penúltima deslealtad está relacionada Pablo Ariza. Antes de entrar en detalles es preciso explicar el contexto en el que se produce: la lucha fratricida, sazonada con algunas dosis de odio, que mantienen los dos concejales de Vox en Benalmádena, Gema Carrillo y Miguel Ángel Jiménez.
Miguel Ángel Jiménez ejerce de concejal-florero de Vox en Benalmádena desde que se hizo visible su incompetencia política y su manifiesta inactividad. Gema Carrillo, portavoz del partido verde en el municipio costasoleño, es la que lleva en solitario las riendas del grupo municipal. Jiménez se limita a acudir a los plenos una vez al mes y cobrar a final de mes.
Sin apenas ingresos fuera de la actividad política, Jiménez ha perdido la confianzade los dirigentes provinciales de Vox. Él sin embargo se aferra al milagro de seguir sobreviviendo gracias al presupuesto público y para ello no dudó, por ejemplo, en pedir a militantes y simpatizantes allegados que escribiesen cartas reprobando la labor política de Gema Carrillo y apoyándole a él. Una vez las cartas en su poder, Miguel Ángel Jiménez las enviaba a Salud Anguita, responsable Intermunicipal de Vox en la Zona Sur hasta su expulsión del partido por razones que nunca fueron dadas a conocer. Las cartas fueron posteriormente filtradas a Alerta Digital:
Carlos Rico, Montse Gil, Julia Navarrete fueron algunos de los autores de las misivas. Y también, ¡oh, sorpresa!, nuestro nunca bien ponderado Ariza.
En su condición entonces de ex vocal del CEP de Vox Málaga, esto fue lo que Ariza Sáenz de Tejada escribió en la carta que terminó en manos del Comité de Garantías del partido: “Solo vi un problema en Miguel Ángel durante su período de coordinador: su excesiva confianza en las personas; las que le rodeaban y otras que iba conociendo sobre la marcha. Fue ya entonces en el 2019, tras las elecciones generales y previo a las locales, que los dos primeros de su lista electoral, José Antonio Macías y Gema Carrillo, comenzaron a dar informes negativos al CEP sobre Miguel Ángel y ante el estrés al que se veía sometido el presidente, trató con suma desconfianza a Miguel Ángel (…) Estoy completamente seguro que las sospechas de Gema Carrillo y José Antonio Macías sobre su honestidad (la de Miguel Ángel) estaban completamente infundadas y solo se debieron por su excesiva confianza en la bondad de las personas. Y no, no todo el mundo es bueno”.
Añadía Sáenz de Tejada en su escrito que, posteriormente, “la señora Carrillo también pasó a dar malos informes del señor Macías hasta que desesperado dimitió y pasó el acta a Miguel Ángel”.
Miguel Ángel Jiménez fue denunciado la pasada semana por la Policías Local de Benalmádena por negarse a retirar su coche de una parada de autobús donde aparca para llevar y recoger a su hijo del colegio