Antonio Pulido.

El 24 de enero de 2021, Alerta Digital informó que Patricia Rueda y Jacobo Vázquez, la parejita que ejerce el poder en la sombra en Vox Málaga, habían amenazado con “excluir” a cualquier afiliado que tuviese relación con Armando Robles y Alerta Digital. Fue una información proveniente de un afiliado a través de una carta abierta, en la que ya advertía del clima inquisitorial que se vive en el partido.

Si no fuera porque la realidad supera a la ficción en Vox Málaga, a muchos les sorprendería que una de las razones esgrimidas por el partido verde para justificar la expulsión del ex número 2 en la provincia y líder de la Plataforma Antigestora, Antonio Pulido, haya sido, nada más y nada menos, que su “estrecha relación” con Armando Robles. Así está recogido textualmente en la carta de dimisión que le fue remitida a Pulido el pasado viernes.

El director de AD no tardó en salir al encuentro dialéctico de Jacobo Vázquez, responsable territorial de Vox en la zona sur: “Usted es un político de risa, por el que no siento ningún respeto, al que pido que no vuelva a utilizar mi nombre para sus patéticos conchabados. Personajillos como usted son los que me hacen odiar la actividad política. Usted sería un don nadie fuera de la política. A usted ninguna empresa seria le contrataría para formar parte de su equipo directivo. Usted sin embargo ejerce hoy un gran poder sobre personas que política, intelectual y moralmente valen infinitamente más que usted. Pero ya le queda poco, se lo aseguro. ¿Qué sabrá usted, chusquero, acerca de la relación ancha o estrecha que yo pueda mantener con Antonio Pulido o con cualquier otro miembro de Vox? Lo mismo que si yo me pusiera a especular sobre su relación estrecha o no con Antonio Sevilla, con Antonio Luna, con Noelia González o con Anabel Ortega”.

De izquierda a derecha, Armando Robles, Antonio Pulido y Ángel Gálvez, descendiente de Bernardo de Gálvez, uno de los héroes de la independencia de EEUU.

Fuentes jurídicas consultadas por nuestra redacción han expresado su estupefacción por la expulsión de Pulido en base al argumento de su “estrecha relación” con el director de AD. Dicen estar convencidos de que los órganos jurisdiccionales ordinarios repondrían la militancia de Pulido en cuestión de meses.

Pero no nos engañemos. Jacobo Vázquez no es el único culpable. El circo en el que se ha convertido Vox Málaga está siendo posible por la conducta indigna y y cobarde de Antonio Sevilla y también por la incompetencia de Patricia Rueda. Una minoría indigna y trepista se impone. Para que el mal triunfe, solo se necesita que los hombres buenos no hagan nada.

Sevilla, Rueda y Vázquez, con Luna ejerciendo de conmilitón, hacen y deshacen a su antojo mientras en Bambú permanecen ciegos y mudos. La peor definición que puede hacerse de la política es que personas como los tres de marras tengan poder sobre la vida y el futuro de gente que vale mucho más que ellos.

Antonio Sevilla, además de indigno, es un pésimo gestor que termina arruinando todo lo que toca. Patricia Rueda dejó como un solar la única aventura empresarial en la que ha estado. En Jacobo Vázquez cuadra lo elevada que está la función militar con respecto a la política. Malo, muy malo tiene que ser el nivel de la casta política española cuando uno que alcanza el generalato en un partido, lo más que puso alcanzar en el ejército es el rango de suboficial. Habría que preguntarse por qué.

La situación de caos que se vive en Vox Málaga ya le pasa factura a Javier Ortega Smith, responsable de organización. Fuentes de Bambú señalan que en una reciente reunión se le pidió que diera un paso atrás, o lo que es lo mismo, que renunciara al cargo. Entre sollozos, Ortega Smith no cedió a los deseos de la dirección nacional. El hispano-argentino es el principal responsable de que Vox esté hecho unos zorros en Barcelona, Valencia, Castellón, Alicante, Murcia, Málaga, Granada, Cádiz, Jaén, Badajoz… El partido está en manos de gestoras en nada menos que en 34 provincias. Las desafecciones son tantas que de ellas se nutren partidos como España Suma, TúPatria y Valores. Vox ha perdido al 20 por ciento de su militancia solo en lo que llevamos de año. Las expectativas electorales preludian la ‘ciudadanización’ del partido. Y hay un principal responsable, insistimos: Javier Ortega Smith. Que no haya sido desfenestrado solo se entiende desde el supuesto de alguna información sensible que obre en su poder. Si cae Smith, cae también su penoso equipo de chisgarabís, Jacobo Vázquez y Tomás Fernández mediante. No parece sin embargo que la situación vaya a mejorar en los próximos meses, antes al contrario. En el PP se frotan las manos. Ortega Smith merece su nombre impreso en el paraninfo de la sede de Génova. Nadie hizo nunca tanto por el partido de la gaviota.