Estos dos inútiles están destrozando Vox Málaga: Como adelantó AD, Félix García dimite como miembro del CEP, la tercera dimisión en un mes
Al final, Alerta Digital quedará como el medio que informa a los afiliados de Vox en Málaga de todo aquello que la dirección provincial quiere ocultarles. Ni los sabotajes contra este medio evitan que hoy comparezcamos ante los lectores con la credibilidad y la autoridad moral reforzadas, tras anunciar este lunes en exclusiva que el tercero de la ejecutiva provincial del partido verde en dimitir sería Félix García. Algunos lo negaron con saña y atribuyeron a este medio pretensiones desestabilizadoras. Debido al sabotaje no pudimos defendernos. Hoy sí lo hacemos.
“Por motivos personales y con gran pesar, me veo obligado a presentar mi dimisión como vocal del Comité Ejecutivo Provincial de Vox Málaga”. Lo anunció ayer el empleado hotelero Félix García para anunciar su marcha, la tercera de un miembro de la ejecutiva en solo un mes. Todo un récord en el haber de “Barbie” y su lacayo torremolinenses. Como siempre, el engaño a los afiliados es sistemático y recurrente. De no ser por AD, transitarían a oscuras por el partido. Nos preguntamos qué razones personales son esas que no existían hace un mes, cuando Félix García fue nombrado miembro del CEP. Y si las razones personales que hoy se aducen existían entonces, ¿por qué no rechazó el cargo?
La de Félix García es la misma crónica que la de los anteriores dimitidos. Lo hemos denunciado y lo seguimos haciendo: es imposible que una persona seria y solvente pueda permanecer en la dirección provincial de Vox en medio del poder dictatorial en la sombra que ejercen Patricia Rueda, Jacobo Vázquez y testaferreamente Antonio Sevilla. Como pretender que Juan Herrera gane el certamen Mister España. Tener graníticos principios y hallarse en posesión de una situación económica sobradamente saneada, es incompatible con la pertenencia a un grupo liderado por auténticos indigentes intelectuales. Es imposible que personas con criterio se plieguen a los chanchullos de una ejecutiva donde las decisiones son tomadas por Rueda y Vázquez, a espaldas de sus miembros. La de Félix García ya es la tercera dimisión de un miembro de la Ejecutiva provincial de Vox en algo más de un mes.
El primero en hacerlo fue el vicesecretario de Formación, Miguel Leopoldo García Peña. A los pocos días le siguió Pedro Barceló, uno de los pesos pesados históricos del partido. Tanto Barceló como García Peña dijeron «basta» y antepusieron su dignidad a la aberración de estar a las órdenes de una incompetente con mando en plaza sobre todas y cada una de las decisiones de la Gestora. Ni uno ni otro soportaban más la capacidad de veto y la creciente influencia sobre Sevilla de quien parece trabajar a las órdenes del PP para convertir a Vox en un partido residual en Málaga.
La situación del partido verde en Málaga ya es insostenible. La diputada Patricia Rueda terminará convirtiendo el partido en un juguete roto, más o menos lo que hizo al frente del Museo Automovilístico. Rueda maneja el partido a su antojo, como si de un predio privado se tratase, arrastrando con su torpeza a un colectivo que cuenta cada día con más críticos a su penosa gestión, amparada y consentida por ese calzonazos superlativo llamado Antonio Sevilla. Afortunadamente, no todos los miembros de Vox Málaga son tan despreciables.
Las dimisiones tanto García Peña, de Pedro Barceló y de Félix García, a la que hay que añadir la de la coordinadora en Ronda, Patricia Coronel, así como la de la responsable de juventudes, Cristina Moya, prueban que en esas condiciones de control totalitario del poder, sin haber sido elegida por ningún afiliado, es imposible gestionar nada de forma eficaz. «Barbie» ya es como un elefante sin control dentro de una chatarrería. Es imperativo que los militantes se rebelen antes de que la situación de agonía se haga irreversible. O acaban con «Barbie» o «Barbie» acabará con lo poco que queda del partido que fue tercera fuerza política en Málaga.
AD ya anticipó, tras la marcha de García Peña, que se esperaban nuevas bajas en las siguientes semanas. Dijimos entonces: «La Gestora es un volcán en plena ebullición. La tensión es ya insostenible. Solo la prudencia ha impedido que a la baja de hoy se sume la de otros miembros. Rechazan que Vox Málaga se esté convirtiendo en un partido de falderos. Lo sintetizaba a la perfección una ex candidata de Vox, actualmente fuera del partido: «¡Qué escabechina! ¿Y nadie es capaz de enfrentarse a Patricia Rueda? Pero si no tiene ni media ‘guantá’».
La situación requeriría la inmediata intervención de los órganos nacionales del partido. Culpamos a «Barbie» de este desastre, pero en mayor medida al pelele que admite complacido su humillante situación. Los afiliados están cansados de clamar en medio de la esterilidad del desierto. No cuentan nada, son permanentemente ninguneados y vejados. El esperpento ha llegado a tal nivel que se crea un área nueva dentro del organigrama del partido solo para que halle acomodo una protegida de Jacobo Vázquez, otro que tal.
Es imperio que ellos también digan «basta» antes de que «Barbie» y su pelele Sevilla arrasen con todo. Algo grave está ocurriendo para que en menos de 40 días hayan dimitido la mitad de los miembros de la Ejecutiva. Y no solo eso: el partido pierde militantes y no se registran nuevas altas. Hay el menos tres grupos de oposición que se están organizando para plantar batalla interna. Más de doscientos militantes se han sumado a la campaña de firmas de Xavi Altamirano para exigir la destitución de la Gestora. Entre tanto, muchos han optado por una actitud contemplativa. Saben que Vox Málaga no tiene futuro alguno en las actuales manos y esperan que todo se desmorone como un castillo de naipes. Las voces en favor de la vuelta de José Enrique Lara se multiplican. Se le considera el único capaz de imponer orden en un partido dominado por el caos, las arbitrariedades y las divisiones internas. Es además la persona que aglutina más adhesiones dentro del partido y con la suficiente firmeza y experiencia para recomponer lo que se ha hecho añicos.
Para ganarse a la gente de un partido se necesita más que una simple sesión de fotos; hay que tener una solvencia ideológica, una base intelectual y principios, muchos principios. Sin ellos, los partidos no sirvan para más que deparar a una mujer ligera de cascos el privilegio de prosperar en la medida que no alcanzaría nunca fuera de la política.
¿Quién será el próximo en dimitir? Mañana se lo contaremos.














No es vox un partido sionista etc .. en tal caso , que hay por destrozar ?
Y ahora con las elecciones de Madrid no nos van a hacer ni puto caso a los afiliados
¡GESTORA FUERA YA! Madrid escuchadnos