Christopher Wray, director del FBI, dijo que la infraestructura electoral es sólida, a pesar de los ataques de Rusia e Irán. (Twitter)

Oriana Rivas.- Rusia e Irán están llevando adelante acciones con el objetivo de influir en las elecciones del 3 de noviembre en Estados Unidos, informó el FBI.

Ambas naciones han accedido al registro de votantes estadounidenses, una información que Teherán ya habría usado para perjudicar al presidente, Donald Trump, indicó Efe.

«Queremos alertar a la población de que hemos identificado que dos actores extranjeros, Irán y Rusia, han tomado acciones específicas para influir en la opinión pública en relación con nuestras elecciones», dijo el director de la Inteligencia Nacional de EE.UU., John Ratcliffe, en una comparecencia del FBI.

La BBC detalló las tres acciones específicas que están llevando a cabo estos países para influir en la opinión pública.

La primera es el robo de información clave «para comunicar información falsa a los votantes registrados». Ratcliffe detalló que el objetivo es crear «confusión», sembrar «el caos» y minar «la confianza en la democracia estadounidense».

La segunda acción, es el envío de correos falsos por parte de Irán, para intimidar votantes y dañar al presidente y candidato a la reelección por el Partido Republicano, Donald Trump.

Varios votantes demócratas recibieron correos con asuntos como «Votarás por Trump el día de las elecciones o iremos a por ti» y «cambia tu afiliación a republicano para dejarnos saber que has recibido nuestro mensaje y que obedecerás».

Dichos votantes demócratas indicaron que los correos fueron enviados por la organización Proud Boys, lo que provocó el rechazo del grupo.

«No enviamos correos masivos. Definitivamente no son nuestros», dijo el secretario de Proud Boys en Florida, Enrique Tarrio, de acuerdo a lo indicado por Efe.

La tercera, es la difusión de un video «que sugiere que individuos pueden votar de forma fraudulenta», incluso desde fuera de Estados Unidos. Una declaraión que «no es cierta», aseguró Ratcliffe.

Elecciones sólidas

Christopher Wray, director del FBI, declaró en ese momento que la infraestructura electoral es lo suficientemente sólida ante saboteos extranjeros.

«Hemos trabajado por años para construir resiliencia en nuestra infraestructura electoral y hoy esa infraestructura sigue sólida. Deben estar seguros de que su voto cuenta», aseguró Wray.

La inteligencia de EE.UU. ya venía advirtiendo sobre las intenciones de otros países para interferir en las elecciones de la nación. Además de Rusia e Irán, también se citó a China como parte del grupo.

Los resultados del estudio de Washington Examiner indicaban que China quiere que el presidente Donald Trump pierda la reelección. Por el contrario, Rusia está tratando de perjudicar al candidato demócrata, Joe Biden, mientras que Irán apuesta por la misma línea de China y acentuar la polarización en el territorio estadounidense.

El director del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad de EE.UU., Bill Evanina, insistió que desde Teherán “se busca socavar las instituciones democráticas de Estados Unidos, al presidente Trump y dividir al país antes de las elecciones”.

Hackeo ruso

El Gobierno de Putin ya tiene acumulados varios casos de hackeo en todo el mundo. Esta semana se dio a conocer que seis agentes de la inteligencia rusa participaron en crímenes digitales en Francia, Georgia, Países Bajos, Corea del Sur, Ucrania, el Reino Unido y Estados Unidos.

Algunos ataques fueron a la red eléctrica y a dos organismos de Ucrania, la interferencia en las elecciones de Francia para perjudicar al entonces candidato Emmanuel Macron, así como el atentado contra archivos de varias instituciones médicas de Pensilvania. Esto último causó la falta de disponibilidad de listas de pacientes, historiales, archivos de exámenes físicos y creó todo un caos donde se involucraron vidas humanas.

Incluso, dichos agentes llegaron a interferir en los Juegos Olímpicos de Invierno 2018, luego que los atletas rusos dieran positivo para dopaje. Entre los planes de los rusos estaba atacar los Juegos de Tokio 2020, sobre los cuales también iban a cometer crímenes cibernéticos.