En los últimos años, España se ha convertido en una de las principales potencias turísticas del planeta, gracias a una diversidad cultural y de ocio al alcance de muy pocos países. De hecho, también ha apostado sin reparos por la diversificación de la oferta, fomentando las regiones interiores para no quedarse estancado en el tradicional turismo de sol y playa.

Por otro lado, gracias a una estrategia coordinada por parte de las administraciones públicas y el sector privado, nuestro país ha sido capaz de generar una experiencia de 360º con los visitantes internacionales, que suponen la gran parte de los beneficios económicos que deja esta industria a lo largo de toda nuestra geografía. Además, gracias a una situación geográfica privilegiada y a unas condiciones climáticas espectaculares, España cuenta con una ventaja competitiva fundamental respecto a otros países de su entorno, debido a que tiene la posibilidad de alargar las temporadas durante todo el año.

De esta manera, no es de extrañar que desde el Gobierno se haya lanzado una nueva campaña con el objetivo de seguir impulsando al sector turístico, poniendo el foco en los viajeros internacionales gracias al eslogan “Back to Spain”. Así, se ha desarrollado un plan combinado que busca la promoción hacia el extranjero, al mismo tiempo que se han aprobado una serie de ayudas para poder vender nuestro país como una segunda residencia a lo largo del planeta.

En este contexto, el vínculo emocional que se genera entre España y sus visitantes juega un papel fundamental, ya que permite que la inmensa mayoría tengan ganas de repetir estos viajes y conocer nuevas partes de nuestro territorio. De hecho, según datos ofrecidos por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el 50% de los europeos visita nuestro país en torno a diez ocasiones, unas cifras que son muy positivas y hacen que los pronósticos sean favorables a medio plazo.

La industria del ocio y el entretenimiento, uno de los pilares fundamentales de nuestra economía

Por supuesto, el auge del turismo a lo largo de las últimas dos décadas no se puede entender sin el crecimiento que ha vivido en España la industria del ocio y el entretenimiento, que se ha posicionado como uno de los grandes pilares de nuestra economía. Sin embargo, estamos ante un sector que no deja de transformarse, especialmente gracias al avance de las nuevas tecnologías y al desarrollo de Internet, por lo que no podemos bajar la guardia si queremos mantenernos como un referente mundial.

De hecho, las compañías que se dedican al turismo cada vez se están fijando más en nuevos modelos de negocio como las plataformas en streaming, el comercio electrónico o el eGaming, debido a que se han convertido en líderes indiscutibles de esta industria gracias a su inversión en el entorno digital. Por ejemplo, el sector del casino online lleva muchos años diversificándose, por lo que actualmente ofrece una amplia variedad de títulos que le permiten mantener una ventaja competitiva fundamental respecto a rivales más convencionales.

Por lo tanto, el objetivo de la industria turística española es adaptar este tipo de estrategias al sector, centrándose en 2020 como punto de partida para retomar las tendencias favorables de los últimos años. Así, después de siete temporadas superando el récord de visitas internacionales y de gasto, según las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE), España pretende retomar esta senda del crecimiento priorizando aspectos como la sostenibilidad, la cultura o la gastronomía.