Españoles haciendo cola para recibir comida gratis.

Más de la mitad de los españoles (52 %) cree que su vida empeorará tras la pandemia por coronavirus, especialmente en el ámbito económico, debido a que los ingresos de la mitad de las familias se ha reducido por esta crisis, según el estudio ‘Percepción social de la Covid-19’ de la Universidad de Zaragoza.

Con el objetivo conocer el grado de vulnerabilidad, incertidumbre, temor y desconfianza, así como de creatividad social, cooperación, solidaridad y sentido de comunidad que se ha generado en esta crisis, el trabajo analiza cuantitativa y cualitativamente la información recopilada desde el inicio del confinamiento, con más de 3.000 encuestas y entrevistas.

Los resultados refuerzan la idea de que “no todos somos iguales ante el coronavirus” y completan la primera parte de la radiografía realizada en mayo por el grupo de investigación ‘Sociedad, Creatividad e Incertidumbre’ de la Unizar, que indicaba que los españoles “seremos más temerosos y desconfiados pero más solidarios tras el confinamiento”.

Según informa la institución académica en una nota de prensa, este segundo diagnóstico se ha centrado especialmente en conocer el impacto social diferencial de la Covid-19 en función del grado de vulnerabilidad de las familias.

Así, la sociedad española se ha dividido en tres grupos de familias: aquellas que no se encuentran en situación de vulnerabilidad, que representan el 66,5 % del conjunto (y el 58,6 % de la población); las que se encuentran en una situación de vulnerabilidad relativa, el 25,4 % (y el 29,4 % de la población) y aquellas que sufren una situación de vulnerabilidad acusada, que representan 8,2 % (y el 12,1 % de la población).

La irrupción de la Covid19 ha provocado que entre febrero y mayo los ingresos descendieran para el 50 % de las familias, aunque de manera desigual entre los grupos analizados, ya que los ingresos han descendido más entre quienes presentaban una vulnerabilidad acusada (63,2 %) que entre los no vulnerables (47,4 %).

Los más vulnerables son los que en mayor grado consideran que las medidas adoptadas por el Gobierno han sido insuficientes (30,4 %), en comparación con los vulnerables relativos (26,3 %) y los no vulnerables (21,3 %).

Cifras que, según la Unizar, puede indicar que, a falta de un descalabro económico real, hay una sensación subjetiva de temor, quizás por la salud, pero también por el futuro de la economía, como confirma el hecho de que son los más vulnerables quienes menor confianza depositan en el sistema económico.

La amplitud de la confianza en el Gobierno disminuye conforme se incrementa la vulnerabilidad (40,8 % para las familias en vulnerabilidad acusada).

Junto al descenso en la confianza en el futuro y una muy baja confianza en el entorno económico se observa también una profundización en la dualización de la sociedad en cuanto a la valoración del Gobierno, puesto que si en abril un 41 % desconfiaba del Gobierno y un 44 % confiaba, en mayo eran un 45 y un 47 %, respectivamente.

Respecto a la opinión sobre el futuro en las diferentes dimensiones, por un lado figuran los no vulnerables o vulnerables relativos, que presentan unas opiniones más negativas, y en el otro las familias en situación de vulnerabilidad acusada (con mejores visiones de futuro).

Un aspecto especialmente evidente en relación con la mejora de la vida personal (que para los primeros se ubica entre el 6 % y el 9 % y para los segundos en el 29 %) y respecto a la mejora de la sociedad (7 % para los primeros y 24,3 % para los más vulnerables).

El equipo responsable del estudio está dirigido por el catedrático de Sociología José Ángel Bergua, con la participación de sociólogos, antropólogos, politólogos y economistas de la Universidad de Zaragoza como Juan Miguel Báez, Maribel Casas-Cortés, Diego Félix Gastón, Iván López, Jaime Minguijón, Cristina Monge, Laura Moya y David Pac.