En una decisión inédita y sin precedentes, Vox no presentará a ningún candidato a la presidencia de la Xunta de Galicia, ni a la Lehendakari. En el caso de Galicia, presentarán listas en las cuatro provincias sin designar una “cara visible” que ejerza de líder en la comunidad, a diferencia de lo que hacen el resto de partidos. Lo mismo ocurrirá en el País Vasco, donde tienen previsto concurrir en las tres provincias.

La filtración a Alerta Digital del nombre del nieto de Manuel Fraga como candidato a la Xunta del partido de los tres mosqueteros (Santiago, Javier e Iván) ha dado un vuelco a la estrategia de campaña en lo que a las elecciones autonómicas se refiere.

Me cuentan fuentes cercanas a Vox que entendieron el mensaje del diector de este medio en Radio Cadena Española, relativo al error que supondría la presencia del nieto de Fraga al frente de las listas en Galicia.

Horas más tarde la formación de Abascal en Libertad Digital dice que las listas “están prácticamente cerradas”, pero la principal novedad es que no habrá un candidato para la presidencia de la Xunta, ni a Lehendakari. Es decir, en el caso de Galicia, presentarán listas en las cuatro provincias sin designar una “cara visible” que ejerza de líder en la comunidad, a diferencia de lo que hacen el resto de partidos. Lo mismo ocurrirá en el País Vasco, donde tienen previsto concurrir en las tres provincias.

De esta forma, primará la marca del partido frente a los candidatos. De hecho, la formación dispone de una estructura provincial en todo el país, pero no autonómica, lo que elimina las conocidas como “baronías” políticas, acorde también con su conocida propuesta de eliminar el Estado de las Autonomías.

Esto tan enrevesado y poco práctico es legal. Y además, siguiendo su modelo de gestionar las listas deja claro que no podrá ser criticado por no tener programa ni lideres con autorización para improvisar e incluso hablar. Aún a sabiendas que lo único que hará será aumentar las posibilidades de que los partidos de izquieda y separatistas puedan perjudicar el voto españolista a cambio de conocer de una vez por todas cuál es el suelo de votos de VOX en Galicia.

Es decir, esos que enfadados con todos votan la marca, sin importar que el mensaje no sea en este caso autonómico, como debería corresponder para la próxima convocatoria electoral.

Si al final por el bien de Galicia, no rectifican y retiran la lista, todo terminará en un puñado de votos inútiles. Con la preocupación de que Ciudadanos tendrá también unos resultados alejados del escaño.