Es cierto que la prostitución es una temática muy ambigua que durante años ha generado un eterno debate en las esferas públicas. Pero podríamos decir que actualmente esta actividad está más que nunca en el punto de mira tanto de profesionales sexuales como políticos y colectivos feministas, en un momento en que la lucha por la igualdad de la mujer empuja a reflexionar abiertamente sobre si el argumento de libertad individual del sector femenino de la población es suficiente para dar rienda suelta a la prostitución. 

El debate está encima de la mesa en múltiples países, tanto si están regulados como si no. En Argentina, por ejemplo, hoy en día la prostitución es una actividad lícita siempre y cuando no exista explotación de personas y se ejerza de manera totalmente voluntaria por las trabajadoras sexuales, que se implican al 100% para que su trabajo sea respetado y puedan tener una seguridad legal detrás que las ampare socialmente. La prostitución quiere ser un sector que lucha activamente por conseguir que su labor cuente con unas garantías de seguridad óptimas, como muestran algunos servicios como el de escorts en Buenos Aires, que ha demostrado que la regulación de esta actividad en cualquier sentido da ventajas a las profesionales, actuando como un instrumento que favorece el debate.

Las trabajadoras sexuales apuestan por la legalización total de la prostitución defendiendo las múltiples ventajas que ello tiene para su vida tanto profesional como personal

¿Por qué en los últimos años se ha popularizado el término escort o acompañante de lujo? Debemos tener en cuenta que, aunque la prostitución es legal en varios países, algunas de sus prácticas continúan siendo un tema no regulado o directamente ilegal. Hablamos, por ejemplo, de la captación de clientes en la calle, quizás uno de los hechos que más estigmatización causa en el sector de las trabajadoras sexuales. Es por ello que el surgimiento de las escorts ha contribuido a mejorar la reputación de este sector, además de ser un demostrativo de las ventajas que tiene la regulación de esta actividad en la que mujeres de todo tipo deciden voluntariamente acceder a tener una relación concreta con el cliente que puede incluir sexo o no. De hecho, muchas de ellas sólo son contratadas para acompañar a los clientes a reuniones o cenas de trabajo, o incluso para tener un tipo de acercamiento más afectivo que no solo incluya relaciones sexuales. El papel que estas tienen en el sí de su actividad es uno de los argumentos a favor de la legalización de la prostitución, ya que gozan de muchos de los beneficios buscados por las prostitutas (cobertura sanitaria, amparo legal, etc).

El portal de anuncios Skokka es una buena plataforma para que escorts y acompañantes puedan promocionarse libremente

El servicio de las escorts ha acercado posturas en cuanto al debate de la prostitución y se ha nutrido de Internet para hacerse ver. Skokka es un portal de anuncios clasificados para adultos en el que cualquier persona de cualquier perfil puede hacer uso de su libertad individual para colgar anuncios concretos y ofrecer sus servicios, desde escorts o putas hasta lesbianas, travestis, masajistas, swingers o parejas liberales. ¿El objetivo? Ofrecer los encuentros eróticos más sensuales y atrevidos a la vez que se demuestra que el amparo legal es una de las vías más eficientes para dar suficientes garantías a las trabajadoras sexuales.

Y es que aunque en España la prostitución no está regulada, servicios como el que llevan a cabo las escorts de Madrid pretenden ser un patrón que ayude al acercamiento de la legalización de esta actividad, apoyándose en los modelos de Australia o Nueva Zelanda. La prostitución en Australia empezó a legalizarse en el estado de Victoria en 1984 para más tarde reproducir esta dinámica a otros territorios, como en Nueva Gales del Sur, que despenalizó los burdeles y la prostitución callejera en 1995. Cabe decir que ambos lugares son considerados por los defensores de la legalización como territorio de buenas prácticas, donde las trabajadoras sexuales gozan de unos derechos que les permiten hacer su trabajo totalmente amparadas. Por otro lado, Nueva Zelanda también aporta luz a la defensa de las prostitutas y del trabajo sexual. Desde su despenalización completa en 2003, la legislación laboral y de derechos humanos vela por los derechos de las trabajadoras sexuales.

¿Qué ventajas tiene todo ello para las trabajadoras sexuales? Lo principal es que están amparadas en un marco legal que las protege frente a cualquier situación desfavorable, ya sea en cuestiones de seguridad o en derechos laborales, como por ejemplo el establecimiento de una jornada real y digna. Además, la despenalización lleva a una mejora de la situación sanitaria del colectivo y a la posibilidad de beneficiarse de elementos de cobertura estándar como seguros, programas de salud, seguridad ocupacional y hasta reglas de comercio justo.