La comarca de El Morrazo (Pontevedra) ha amanecido hoy blindada por fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado tras interceptarse en la parroquia de El Hío (Cangas) un narcosubmarino que embarrancó de madrugada en una zona conocida como Punta Couso. Este transporte no ha podido ser reflotado, pero se estima que en su interior hay más de tres toneladas de cocaína. Ahora mismo hay buzos de los GEAS que están valorando la situación del semisumergible.

Además de la detección e incautación de la nave, se han producido dos arrestos y se busca a una tercera persona. La operación es un trabajo conjunto de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de Pontevedra, el Grupo de Respuesta Especializada contra el Crimen Organizado (Greco) de la Policía Nacional, el Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de la Guardia Civil y el Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA). Como complemento, Salvamento Marítimo ha destacado un equipo en la ría de Aldán para las labores de rescate de la nave.

La operación lleva tiempo en marcha y de hecho Policía Nacional, Guardia Civil y SVA seguían a la embarcación desde hace tres días. Al parecer, salió de Portugal para hacer la descarga de la droga en algún punto de la frontera con España, pero finalmente no se produjo; el barco tuvo problemas de combustible y aunque llegó hasta Fisterra, volvió a bajar. En el narcosubmarino fue detenido un hombre y otro en la playa de Foxos. Ambos son de origen ecuatoriano. No hay datos de la tercera persona que están buscando en la comarca de El Morrazo. Según las primeras investigaciones, la tripulación del submarino intentó hundirlo antes de abandonarlo ya frente aO Morrazo, para evitar que cogieran el alijo. Posteriormente, los tripulantes saltaron al agua.

Se cree que los narcos querían ejecutar la descarga en ese punto preciso en el que se pierde el submarino; fuentes conocedoras sospechan que los receptores podían estar por esa zona de la costa.

Y mientras tanto, la zona de Punta Couso se está llenando de curiosos, vecinos de la parroquia que han visto el movimiento de barcos y acuden a saber qué pasa, a pesar del mal tiempo que hace casi imposible permanecer al aire libre.