Joel Le Scouarnec, de 66 años y especialista en cirugía abdominal en el Hospital de Jonzac, va camino de convertirse en el peor pedófilo de la historia de Francia. Scouarnec tiene un amplio historial delictivo y fue descubierto gracias a una valiente niña de seis años. En 2017, la menor estuvo dando un paseo con su padre y cuando llegaron a casa le contó una escena que vivió en el jardín familiar con un vecino, publica el diario “L’Express”. Según la niña, el vecino, que no era otro que Scourarnec, la había tocado. De inmediato, los padres acudieron a realizarle un examen médico que confirmó las palabras de la niña. En ese momento, comenzó una larga investigación de la Gendarmería, que ha permitido descubrir al mayor pedófilo de la historia de Francia. Durante el registro de la casa del cirujano, los investigadores encontraron pelucas, objetos sexuales, imágenes pornográficas y unos cuadernos en los que relataba décadas de agresiones sexuales a menores, sus fantasías sexuales y describía los sentimientos y gestos de los niños durante los abusos. Los cuadernos indican que este depredador abusó de unos 250 niños entre 1989 y 2017, muchos de los cuales eran de muy corta edad y de los que abusaba de ellos en el hospital, mientras se recuperaban de una operación, incluso mientras estaban anestesiados.

Scouarnec fue ingresado en la prisión de Saintestras la denuncia de su pequeña vecina en 2017. De momento, se le acusa de la violación de dos niñas, su vecina y su sobrina de cuatro años y de tres agresiones sexuales, incluido el de un paciente.

Pero una vez más, las autoridades fallaron en la detección de la conducta de Scouarnec y permitió que siguiera abusando durante años porque en 2005 fue condenado a cuatro meses de prisión por tenencia de pornografía infantil y a pagar una multa de 20.000 euros. Sin embargo, el cirujano no sólo no entró en prisión, sino que siguió ejerciendo su trabajo y manteniendo contacto con niños.

El acusado, que será sometido a juicio a finales de año o a principios de 2020, niega los abusos sexuales con penetración pero admite algunos abusos en el hospital y también reconoce su comportamiento desviado. Sobre los cuadernos, alega que son fantasías que no corresponden con la realidad, a pesar de que los nombres y edades de los niños que salen en ellos son reales.

La abogada de una de las víctimas, Francesca Satta, indicó que “abres el diario y lo cierras de inmediato, la perversión es enorme”.