Macarena Olona

Saben que Vox está más muerto que vivo y que ya nada será lo que hubiera podido ser si el partido hubiera sido la alternativa patriota que pedían a gritos millones de españoles. Vox es un proyecto político amortizado. Si se repitieran elecciones generales, perderían, en el mejor de los casos, dos tercios de sus actuales diputados. Pacten con el partido que pacten, las expectativas de Vox no son otras que el derrumbe electoral. Los dirigentes provinciales que conservan algo de poder lo saben. Es por ello que no dudan en sacar roda la tajada posible en estos próximos cuatro años. Fuera hace mucho frío y estos sinvergüenzas no van a tener más oportunidades para ponerse las botas, por lo que están dispuestos a propiciar la llegada al poder de la izquierda en ayuntamientos y comunidades autónomas donde tengan la llave. Ya se sabe que la izquierda sí paga traidores.

Vox ha anunciado que están abiertos a cualquier escenario en el Ayuntamiento de Granada, incluido la moción de censura, tras entender que Ciudadanos y Partido Popular han incumplido el decálogo de medidas para la regeneración que, según la formación, ambos ratificaron para obtener su apoyo en el pleno de investidura, informa Ideal. Los de Santiago Abascal han confirmado que, como consecuencia de ese incumplimiento, pasan a la oposición y han invitado al PSOE a que lleve una propuesta alternativa al pleno de organización que se celebrará en los próximos días.

Cuenta el mismo medio que la diputada por Granada, Macarena Olona, y el portavoz del grupo municipal de Vox, Onofre Miralles, han protagonizado una rueda de prensa en la que han dado cuenta de cómo se produjeron las negociaciones que permitieron la investidura de Luis Salvador y han asegurado que tanto el PP como Cs aceptaron el decálogo de medidas que los de Abascal pusieron como condición para conformar «un gobierno del cambio».También ha asegurado que su formación «jamás habló de nombres» y ha descartado que vetaran a nadie como alcalde, incluido Sebastián Pérez.

Según el relato de Olona, una vez aprobado el documento por las dos formaciones, PP, Cs y Vox acordaron la tarde-noche del viernes un gobierno municipal presidido por Sebastián Pérez que fue modificado durante la madrugada desde la capital de España. «Las direcciones nacionales del PP y Cs procedieron a un cambio de cromos -Castilla y León, Burgos, Palencia, Huesca y Granada- y ese acuerdo hacía que la formación que tenía cuatro concejales asumiera la alcaldía», ha dicho.

Asimismo, según Olona, también se alcanzó un acuerdo programático con el PP ratificado por Ciudadanos en el que los de Abascal asumirían concejalías allá donde se pudiera conformar un gobierno entre las tres formaciones.

«Granada se acostó con un alcalde y se levantó con otro» ha dicho la diputada, que ha reconocido que fue la persona que transmitió a la dirección provincial de los populares el cambio pactado en Madrid que daba la alcaldía a Luis Salvador. Sobre el actual regidor, la diputada ha dicho que «miente cuando niega que iba a asumir el ‘dos más dos’». Según ha explicado, la situación de tensión vivida en las horas previas al pleno hacía insegura la conformación de un gobierno del cambio y provocó que Sebastián Pérez pusiera sobre la mesa la alternancia, que, según Olona, fue aceptada por el dirigente naranja.

«Ciudadanos y Luis Salvador están mintiendo -ha asegurado-. Es cierto que la alternancia no se había acordado a nivel nacional y lo tengo verificado, pero no es menos cierto que se acordó a nivel regional y tuvo el respaldo a nivel nacional. Luis Salvador, con tal de asaltar el poder, ha sido capaz de prometer lo necesario para olvidarse despues de ser investido».

La diputada granadina ha contado que, después de comprobar los incumplimientos del actual regidor, puso sobre la mesa del Partido Popular la posibilidad de convertir al actual regidor en «Luis el Breve». Olona ha asegurado que la formación no se cerraba a ningún escenario y contemplaba incluso una posible alternancia en la alcaldía que diera el gobierno dos años al PP, como fuerza más votada del espectro de la derecha, y al PSOE. La única línea roja, ha especificado, estaba en que imperase el «sentido común» y primara la ciudad por encima del juego de poltronas.

En ese escenario sigue la formación. Según ha remarcado Olona, Vox se abre a todos los escenarios posibles y no descarta apoyar una moción de censura siempre y cuando «Granada no entre en situacion de bloqueo y Granada prime y sea el objetivo prioritario y maximo de los representantes de la capital nazarí». Asimismo, la dirigente ha tendido la mano a los socialistas para que planteen una propuesta alternativa en el pleno de organización, una oferta que ha justificado «por sentido de Estado y de responsabilidad con la ciudad».

La dirigente ha insistido en que lo único que ha pedido su formación durante todo este tiempo ha sido que se cumpliera el decálogo de medidas regeneradoras y ha remarcado que nunca ha hablado de nombres. También ha afeado a Cs el «mercadeo» al que ha sometido a la ciudad y ha criticado al PP por, a su juicio, «anteponer las poltronas al interés general de Granada».

Tanto Olona como Miralles han confirmado que Vox pasará a la oposición y que, a partir de ahora, trabajarán «partida a partida».